Perder el tiempo

Cuando los dirigentes opositores afirman que el gobierno convoca al diálogo para ganar tiempo admiten sin quererlo que ellos mismos están perdiendo el tiempo. Todo este montaje no significa nada para el país ni para sus habitantes. A las puertas del bicentenario, el nivel de la discusión debería ser otro.

dialogo

En muchos de sus aspectos la política es un juego de suma cero. Esto quiere decir que los votos que gana uno los pierde otro, los espacios que ocupa uno fueron dejados vacantes por otro. Cuando los dirigentes opositores afirman que el gobierno convoca al diálogo para ganar tiempo admiten sin quererlo que ellos mismos están perdiendo el tiempo.

La oposición perdió el tiempo, y lo sigue perdiendo con la inconducente concurrencia al besamanos en la Casa Rosada, desaprovechando el momento único que sigue a un triunfo electoral. Pudo haber tomado la iniciativa y mostrarse unida en el respaldo a una decena de proyectos legislativos y a media docena de políticas de estado.

El acuerdo legislativo existe informalmente, centrado en algunos puntos (superpoderes, Consejo de la Magistratura), pero no lo hay en políticas de estado. Ni siquiera están planteadas (al menos yo no las pude encontrar) en las propuestas de las fuerzas con mejor desempeño electoral, con dos excepciones: el Proyecto Sur de Fernando Solanas y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Continuar leyendo “Perder el tiempo”

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Militancia, política, poder

Una concepción militante de la política impide a los Kirchner aceptar la idea de un poder limitado

  1. Militancia, política, poder
  2. Resentimiento, sociedad, poder
  3. Inmadurez, incompetencia, poder
  4. Oportunismo, liderazgo, poder
  5. Corrupción, impunidad, poder

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Tras la derrota electoral de junio, el gobierno Kirchner se enfrenta casi por primera vez desde el 2003 a la necesidad de hacer política: un futuro Congreso en el que no tendrá mayorías automáticas, un partido en estado de asamblea, gobernadores e intendentes en rebeldía, pérdida de superpoderes y una justicia con mayor autonomía lo someterán a duras pruebas.

La pregunta que inquieta por igual a actores y observadores es si el oficialismo está mental y digamos técnicamente preparado para superar esas pruebas. La pregunta inquieta porque nadie está seguro de la respuesta, y porque las primeras reacciones de los dos miembros del matrimonio presidencial luego del domingo aciago fueron escasamente alentadoras.

“Hay que darle una semana a la presidenta para que absorba la derrota”, pidió el senador Carlos Reutemann, quien también reclamó “un reordenamiento de las ideas y de la forma de pensar”. Lo primero exhibe una tolerancia razonable; lo segundo plantea una difícil exigencia: la concepción del poder de los Kirchner no se forjó en el ejercicio de la política sino al calor de su contrario, la militancia. Continuar leyendo “Militancia, política, poder”

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La gran lotería electoral

La multiplicidad de listas para elegir concejales en el gran Buenos Aires convierte la votación en una lotería. Tal vez sea el momento de acudir directamente al bolillero para cubrir esos cargos.

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En el partido de San Isidro hay inscriptas 21 listas diferentes de candidatos a concejales. “San Isidro es distinto”, dice la pretenciosa consigna publicitaria del municipio de la familia Posse. Grueso error. Lo acompañan en esta algarabía electoral San Martín, con 23 listas, y José C. Paz, Lomas de Zamora y Merlo con 20 listas cada uno. Otros distritos tienen menos, pero no mucho menos.

¿Debemos deducir de esto que en las polis del conurbano el debate de ideas se ha vuelto tan complejo y sofisticado que los aspirantes a ediles de esas abigarradas intendencias han logrado distinguir al menos 20 maneras diferentes, políticamente contrarias, ideológicamente irreductibles, y prácticamente inconciliables de tapar un bache?

Esta nota apunta a desentrañar esta intrigante cuestión. Pudo haber tenido cualquiera de estos títulos: “Lo que hay debajo de la sábana”, “Por la colectora se llega más rápido”, o “De los punteros a los niños cantores”. Cuando haya terminado de leerla, usted puede optar por el que le parezca más conveniente. Empecemos por los baches. Continuar leyendo “La gran lotería electoral”

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Contra las cuerdas

El fallo de la Cámara Nacional Electoral puso a los candidatos “testimoniales” contra las cuerdas: si no asumen sus cargos habrán traicionado la buena fe de los votantes y dañado las instituciones de la república.

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La Cámara Nacional Electoral autorizó las candidaturas del gobernador bonaerense Daniel Scioli y del jefe de gabinete Sergio Massa pero les advirtió que si en el futuro no cumplen el compromiso asumido con el electorado de ejercer las funciones legislativas para las que se postulan, habrán traicionado la confianza de los votantes y dañado las instituciones nacionales.

“Tales circunstancias importarían una inaceptable manipulación de las instituciones de la República, a la vez que una grave lesión al proyecto de Nación al que todos, electores y candidatos, deben tributar”, dijo la Cámara en un fallo que puso contra las cuerdas en términos éticos a Scioli, Massa y otros candidatos “testimoniales” presentados por el oficialismo.

La decisión fue suscripta por los camaristas Santiago Corcuera y Rodolfo Munné, con un dictamen en disidencia de Alberto Dalla Via, aún más duro con las actitudes de los candidatos impugnados.  Los jueces dijeron que no podían rechazar esas postulaciones sobre la base de sospechas, pero apelaron a la “sabiduría y prudencia del pueblo” a la hora de evaluar responsabilidades políticas. Continuar leyendo “Contra las cuerdas”

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Las tres patas de la política

Pulverizados los partidos, la política argentina se sustenta sobre un precario trípode: los medios, las encuestas, los aparatos.

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Quienes se interesan por los vaivenes de la política argentina seguramente han visto ya el video donde el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra aparece como director de una troupe de artistas de variedades que hacen el papel de vecinos alborozados con su gestión, y lo apoyan y alientan en sus nuevas ambiciones electorales. Todo en beneficio del periodista que lo entrevistaba en una recorrida callejera, y del público que después iba a ver ese reportaje por televisión.

La jugarreta de Ibarra repugna por lo burda, pero en sustancia no es demasiado distinta de las plazas o los teatros que el oficialismo llena con audiencias compradas, o de ciertos sucesos artificiales (media events, como se los conoce en inglés) montados por la oposición para ganar minutos o centímetros de atención en los medios. Casi diría que es el aspecto más visible de la nueva política o, mejor, de las nuevas condiciones en que se desenvuelve la actividad política.

El caso de Ibarra es apenas una instancia de grosero extravío por parte de un dirigente huérfano de partido, condición que comparte con la mayoría de los políticos de primera y segunda línea desde la larga crisis de representatividad que estalló a fin de siglo y virtualmente pulverizó a los partidos. Hoy la escena política argentina se despliega sobre un precario tinglado de tres patas que la sostiene y condiciona: los medios, las encuestas, y los “aparatos”. Continuar leyendo “Las tres patas de la política”

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