La derrota del candidato kirchnerista en las elecciones de la CTA es mala noticia para Kirchner y buena para Hugo Moyano: la entidad gremial alternativa corre el riesgo de quebrarse.
El triunfo de la lista independiente encabezada por Pablo Micheli en las elecciones internas de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) constituye una nueva e inesperada derrota para el kirchnerismo, cuyo candidato Hugo Yasky debió recurrir a las impugnaciones y alegatos de fraude para enturbiar las aguas y disimular el fracaso, aun a riesgo de quebrar la entidad gremial.
Ese resultado es doblemente ominoso para el oficialismo, primero porque ocurre en el corazón mismo de la clase trabajadora, allí donde busca desesperadamente respaldos con vistas a los comicios presidenciales del 2011, luego de dar por perdida a la clase media, y segundo porque lo arroja en brazos de Hugo Moyano, el dueño de la CGT, que cobra caro cada gesto de apoyo.
Pero el riesgo de un quiebre en la CTA es también malo para la salud del país, necesitado de una central sindical que represente los intereses de los trabajadores, y no que los manipule en beneficio de una parcialidad política o económica, o las dos cosas juntas. En el panorama gremial del país, la CTA es hoy lo más aproximado al perfil deseable de esa función social. Continuar leyendo “La otra central”