Una movida decisiva

Al elegir al economista Javier González Fraga como compañero de fórmula y a Francisco de Narváez como aspirante a gobernador bonaerense, Ricardo Alfonsín envió un claro mensaje al establishment: “Síganme, no los voy a defraudar”. En ese selecto club, sin embargo, recuerdan bien la otra cara de la moneda: “Si yo decía lo que pensaba hacer, no me votaba nadie”.

El pequeño mundo que toma las grandes decisiones tal vez prefería otras alternativas; ahora no tiene más remedio que aceptar las cosas como son: Alfonsín es lo que hay, aunque 24 horas atrás estuviese pensando en armar un frente de centro-izquierda, y lo mejor va a ser tender puentes y encontrar caminos para conversar con el candidato sobre la dura faena del gobierno.

Con su inesperada decisión, Alfonsín se colocó resueltamente en el centro de la oferta electoral, obligando de hecho al resto del espectro a redefinir su posicionamiento. No deja de sorprender que el simple hecho de que un candidato escoja su acompañante sacuda el tablero político al punto de que otros jugadores deben estar empezando a oir doblar las campanas. Continuar leyendo “Una movida decisiva”

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Hegemonías culturales

A lo largo de varios ensayos, la escritora Beatriz Sarlo instaló la noción de una supuesta hegemonía cultural del kirchnerismo. El señalamiento, que se apoya en algunos datos más bien folklóricos como una canción proselitista, un acto público, un programa de televisión, a lo sumo apunta a una intención, algo ingenua si se quiere, pero difícilmente a una realidad.

El kirchnerismo como política, modelo o cultura es una construcción imaginaria con los atributos típicos de lo efímero, un espectáculo teatral en el que nada es lo que parece, y cuya entidad se evapora al apagarse las luces. Si la protagonista decidiera imprevistamente no repetir la función, la plaza quedaría vacía y el viento se llevaría en jirones los telones de papel.

Su condición de posibilidad (su caldo de cultivo) poco tuvo que ver con el peronismo y mucho con la izquierda, con el llamado progresismo, que –éste sí– hegemónicamente domina, condiciona y asfixia la vida social, política, económica y cultural argentina. Sarlo se alarma ante el kirchnerismo cuando debiera reconocerlo, al menos, como un hijo de su propia entraña. Continuar leyendo “Hegemonías culturales”

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La marcha de los diez mil (millones)

La Argentina, nos enteramos esta semana, ha incorporado a la historia su propia anábasis. Anábasis quiere decir en griego “marcha hacia el interior” y es el título de un libro en el que Jenofonte relata la expedición de Ciro el Joven contra su hermano Artajerjes, el rey de Persia. Diez mil griegos participaron de esa campaña, entre ellos el propio Jenofonte.

Pero en la Argentina, ay, hace mucho que no nos ocupa la heroica sino la crematística y nuestra marcha hacia el interior no se refiere a diez mil bizarros combatientes sino a los diez mil millones de dólares negros alegadamente acumulados por Néstor Kirchner y que marcharon silenciosamente desde Buenos Aires hasta unas oscuras arcas en Santa Cruz.

La marcha de los diez mil (nombre con el que también se conoce en castellano el libro de Jenofonte) fue denunciada por Elisa Carrió dos veces, el domingo y el lunes, en sendos reportajes, y 48 horas después no había merecido ni titulares de importancia en los diarios ni una respuesta de los herederos del ex presidente ni de sus voceros habituales. Continuar leyendo “La marcha de los diez mil (millones)”

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La bofetada

El comportamiento de oficialismo y oposición en la discusión del presupuesto es una bofetada para las esperanzas ciudadanas de una dirigencia política responsable.

La bofetada de la que fuimos testigos estos días en el Congreso fue sonora, contundente y dolorosa. Y no hablo del episodio de femenina indignación que impulsó a una diputada a poner en su lugar a un colega de boca suelta e insidiosa. Me refiero a la bofetada que una clase política sin norte ni ideas infligió a la ciudadanía que les confió su representación.

El debate, si es que se le puede llamar así, sobre el presupuesto nacional para el año entrante exhibió en todo el hemiciclo de la cámara baja lo peor de la vida política nacional: desconcierto, incompetencia, incapacidad para el diálogo, carencia de imaginación, mala fe, deslealtad, ausencia de espíritu republicano, endeblez ética, violencia verbal y física.

La bofetada que menciono echó por tierra toda esperanza de un tránsito sereno hacia las elecciones del 2011, toda esperanza de un cambio de temperamento en la intransigencia arbitraria del oficialismo tras la muerte de su inspirador, toda esperanza de una oposición en condiciones de proponer al electorado una alternativa creíble en el comicio venidero. Continuar leyendo “La bofetada”

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Llenar el vacío

La presidente debe asumir plenamente la conducción del país, y la jefatura del justicialismo, y la oposición ofrecer a la ciudadanía algo más que una alternativa al estilo del ex presidente fallecido.

Esta semana se inicia una nueva, imprevista etapa en la vida política e institucional argentina, determinada por la súbita desaparición de Néstor Kirchner. La presidente deberá asumir plenamente la conducción del país, y tal vez la jefatura del justicialismo, y la oposición deberá ofrecer a la ciudadanía algo más que una alternativa al estilo del ex presidente fallecido.

En ambos planos, el vacío que genera la ausencia de Kirchner puede llenarse de manera tumultuosa y arrebatada, como un remolino de aguas que encuentran un cauce inesperado, o de forma ordenada e inteligente. Para el país, la diferencia es crucial y depende de la serenidad y sabiduría con que la clase política sepa interpretar el momento institucional y social.

Sin embargo, cualquier intento de avizorar el nuevo diseño del tablero político –esto hay que tenerlo en claro– terminará por arrojar más interrogantes que certezas. Entre nosotros, la política ha pasado a depender más de las personalidades que de los partidos, y resulta mucho más difícil prever el comportamiento de las personas que el de las organizaciones. Continuar leyendo “Llenar el vacío”

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