Milei y la desmesura liberal

En la tradición occidental, la noción de libertad aparece siempre asociada con la ley y el territorio, es decir con la nación

l ascenso, el apogeo y el eclipse de Javier Milei como dirigente apto para conducir una corriente liberal electoralmente eficaz en la Argentina han tenido un mismo motor: su desmesura personal. Fueron su gesticulación exagerada y sus desbordes verbales los que le abrieron un espacio en los medios, fue su grito a la vez exasperado y desafiante en favor de la libertad el que encontró eco en un amplio espectro social que se siente acorralado por el estado y lo elevó a un lugar expectante en... Continúa →

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La guerra cultural

El combate que nos plantean los globalizadores ofrece una oportunidad imperdible para retemplar la conciencia nacional

¿Alguna vez fuimos una nación? Hay documentos que así lo aseguran. La Constitución, por ejemplo, que la reconoce como algo anterior a cualquier ordenamiento político: “Nos los representantes del pueblo de la nación argentina…”, dice el Preámbulo. Y en su primer artículo: “La nación argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal…” Pudimos haber elegido la monarquía o cualquier otro modo de organización, eso no le habría quitado ni sumado a... Continúa →

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Defensa de la patria

“En defensa de la patria, todo es lícito menos dejarla perecer” –José de San Martín, Libertador de Argentina, Chile y Perú (Yapeyú, 25 de febrero de 1778-Boulogne-sur-Mer, 17 de agosto de 1850) ... Continúa →

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Por qué murió el policía Garrido

Muerto por la patria

No hay lugar pequeño para hacer patria. Esto lo sabía el policía Aldo Garrido, baleado a quemarropa por un delincuente en una tienda en el centro de San Isidro, y rematado por una mujer que participaba del atraco. Había visto un movimiento sospechoso, y acudió a ver qué pasaba, sin imaginar tal vez que iba derecho al encuentro con su destino.

Su muerte se clavó como una astilla en el corazón de los vecinos de la calle que patrullaba desde hacía años, y que lo consideraban como una institución del barrio, firme en su lugar, lloviera o tronara. Las palabras dicen mucho más de lo que suponemos. Garrido era en el espacio de esas cuadras una institución. La institución policial. La institución del estado.

Pero además era un hombre. La evocación, el afecto, el recuerdo de los vecinos atravesaron el uniforme y la chapa, y fueron directamente a la persona, con el frágil testimonio de las lágrimas o las flores. La institución respondió institucionalmente, con un ascenso post mortem. Persona e institución, Garrido nos interpela hoy sobre su destino. ¿Por qué murió? Continuar leyendo “Por qué murió el policía Garrido”

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