Alianzas y traiciones

Con una ingenuidad que ya nos costó cara en el pasado, la Argentina elige aliarse a una potencia en retroceso y de dudosa lealtad

Hace ya bastantes años conversaba una noche en la ciudad de México con un alto jerarca de la “contra” nicaragüense, el grupo insurgente financiado y armado por los Estados Unidos que combatía a los sandinistas de Daniel Ortega. Este hombre, un ex banquero culto e inteligente, autor de varios libros, sabía muy bien con qué bueyes araba, empezando por sus patrocinantes de la CIA, que le vendían armas a Irán y le entregaban ese dinero para su campaña. En algún momento, la... Continúa →

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Justicia y venganza

Ahora que el relato oficial sobre lo ocurrido con Osama bin Laden parece haberse estabilizado, se lo puede resumir así: un pelotón de soldados estadounidenses de elite ingresó a una vivienda familiar, habitada por una mayoría de mujeres y niños, y asesinó a todos los hombres adultos que allí se encontraban, todos desarmados menos uno que abrió fuego.

Es preciso agregar que los atacantes sabían exactamente antes de ingresar cuántas y cuáles personas se encontraban en esa vivienda. Y también es preciso agregar que la vivienda no se asentaba en territorio de los Estados Unidos, sino de un tercer país, Paquistán, al que no se le avisó ni estaba enterado en modo alguno del operativo que se estaba desarrollando en su suelo.

Igualmente hay que señalar que los atacantes llegaron a esa vivienda merced a informaciones obtenidas mediante torturas. Y dejar bien sentado que a uno de los hombres asesinados en esa vivienda se le atribuye la planificación de algunos de los más cruentos atentados contra ciudadanos occidentales ocurridos en las últimas décadas, atribución que él no desmintió. Continuar leyendo “Justicia y venganza”

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Injerencia arrogante y racista

La intervención extranjera en Libia, como pasa siempre, habrá de dejar las cosas peor de lo que están

Resulta por lo menos curioso que las naciones que se presentan al mundo como los adalides de la libertad, como los grandes impugnadores de la intervención, tanto política como económica, sean justamente los reiterados agentes de las acciones armadas para remediar o corregir reales o supuestos desaguisados en terceros países.

La intervención, armada o desarmada, de poderes externos en los asuntos internos de un país, como la que en estos momentos se está desarrollando en Libia, es algo que repugna a la conciencia nacional en cualquier parte del mundo, y mucho más en aquellos lugares que durante largo tiempo soportaron los ultrajes del colonialismo.

Estas injerencias pueden, y merecen, ser condenadas justamente como expresiones tardías de una voluntad imperial, como exhibiciones obscenas de arrogancia y racismo, como hipócritas maniobras para asegurarse el control de materias primas o territorios estratégicos, pero sobre todo merecen ser condenadas por su torpeza e inutilidad. Continuar leyendo “Injerencia arrogante y racista”

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