El diario La Prensa jugó en los años de la última dictadura militar un papel que el progresismo no está dispuesto a reconocerle.
En un reciente acto público, agitadores oficialistas pusieron en tela de juicio el comportamiento del diario La Prensa, entonces propiedad de la familia Gainza, durante los años de la última dictadura militar. El alegato desconoce arbitrariamente la actitud asumida en esos difíciles momentos por los responsables del diario y por los periodistas que trabajamos en él, entre los cuales me incluyo.
En el contexto del periodismo acobardado, gris y uniforme de la época (cuando no cómplice), el diario La Prensa, junto al Buenos Aires Herald, marcó una diferencia que el progresismo siempre tuvo dificultades para reconocer. Se la reconoció al Herald, porque es sapo de otro pozo y está al margen de la contienda política local. Pero no a La Prensa.
El progresismo, en el que pueden inscribirse los participantes del acto mencionado, se erige en implacable crítico del pasado mientras elude las incomodidades del presente. Como las circunstancias puestas ahora en entredicho ocurrieron hace tres décadas, muchos pueden tomar por cierto lo afirmado en esa tribuna. Este testimonio personal pretende aportar otra visión. Continuar leyendo “La Prensa, de Gainza”