La última de James Bond

Veo desde la ventanilla del colectivo los afiches de la última película de James Bond, y de inmediato adivino cuál debe ser el original en inglés. Por supuesto, la versión “en español” no tiene nada que ver con la fuente (lo cual podría ser aceptable en algunos casos) ni tampoco tiene el menor sentido en sí misma. Se trata, simplemente, de una mala traducción, de una traducción torpemente literal que denuncia su origen: esa maquiladora mexicana de chatarra “en español” que azota doblajes, subtitulados y toda la gama de la industria cultural, incluidos libros, revistas y periódicos. Por la masividad de su alcance, esta peste está destrozando el castellano especialmente en Sudamérica, en pavorosa sinergia con la incomprensión de textos, y debería ser combatida, si tuviéramos gobiernos responsables, con la misma energía aplicada a la lucha contra pandemias imaginarias: sus efectos sociales van a ser seguramente peores. Desde otro punto de vista, pocas industrias han diversificado más el espectro de “partes interesadas”, como les gusta decir ahora a los globalistas, que la industria del cine. Las grandes producciones ya no dependen sólo de un magnate de Hollywood empeñado en hacer plata a como dé lugar. Ahora intervienen en el negocio, además de los estudios, los socios capitalistas, las señales de cable, los operadores de cable, las plataformas de transmisión, las cadenas de salas, etc, etc. ¿A ninguno de esos “interesados múltiples” se le cruzó por la cabeza la conveniencia de cuidar su producto, de ofrecer traducciones decentes, que por otra parte no les alterarían los costos? Por cierto, la vigésimoquinta película de James Bond se titula No time to die, que quiere decir No es hora de morir pero que se anuncia como Sin tiempo para morir. -S.G.

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6 opiniones en “La última de James Bond”

  1. ¡Gracias por su respuesta y por haber puesto este tema a consideración!
    Entonces, y tratándose de lo que se trata: la vida sobre la Tierra, y si ud., que tan amablemente ha planteado la dificultad y respondido a todos me lo permite, quisiera apelar desde aquí a las personas que ejercen ese noble oficio de traductores calificados y/o a los que puedan remunerarlos desinteresadamente, a que lo hagan, pues mientras esperamos que algún robot se alce con esas capacidades y lo fabriquen los chinos, muchos perderíamos la vida, y todos la posiblidad moral de seguir siendo humanos.
    Como alternativa, si al presente los sitios que publican información pudiesen ofrecer a sus lectores, al menos, esos traductores automáticos a los fines antes mencionados,(“traducciones “automáticas” pueden servir para enterarse rápidamente de qué trata un material escrito en un idioma que no conocemos”, informa Ud.) , eso sería ya un gran avance y no todos los sitios lo tienen!
    Claro que no,”NO ES HORA DE MORIR”, y sin embargo muchos lo están haciendo.
    ¿Sin tiempo para morir?
    La Muerte halla siempre el tiempo, con ayuda de los “desinteresados múltiples”.

  2. “¿A ninguno de esos “interesados múltiples” se le cruzó por la cabeza la conveniencia de cuidar su producto, de ofrecer traducciones decentes, que por otra parte no les alterarían los costos? ” .
    Respuesta : ¡¡¡ NO , NI les interesa !!! ( En tanto sus dineros estén a salvo … ) .
    Un Cordial saludo .

  3. Creo que eligió un buen tema pero no un buen ejemplo,estoy de acuerdo que la traduccion de peliculas y canciones es de muy baja calidad,pero el ejemplo que tomo es interesante porque aun en ingles “No time to die”tiene mas de un significado dependiendo de como y a que se aplica.
    Como siempres sus comentarios son bienvenidos y calificados en un tiempo donde el peridismo no es mas que un Cut and Paste.

    1. Como cualquier construcción verbal, su significado puede variar según el contexto, en eso estamos de acuerdo. Pero aquí estoy hablando de un caso específico, no de cualquier caso. Y, por otra parte, la traducción elegida para el título de la película no tiene el menor sentido en ningún caso. Gracias por su interés en este sitio.

  4. Día día, por mis tareas, debo usar esos traductores, y siendo yo persona que disfruta de la literatura,me es particularmente doloroso comprobar la veracidad de lo que ud. observa, tan claramente.
    Y me pregunto: ¿Cómo es eso de que “no les alterarían los costos”? ¿De qué manera?
    La pregunta viene a raíz de una discusión habida recientemente acerca de que no exista alguna forma de traducción a diferentes idiomas para los videos y archivos en pdf (que se encuentran excluyentemente en idioma inglés), productos de investigación independiente acerca del tema de la “pandemia imaginaria”, y que es perentorio llegue cuanto antes con su vital información a todas las personas del mundo.
    Este material está refugiado sólo en canales alternativos para evitar la censura que especula con la ignorancia de las personas para que acepten ser inoculadas experimentalmente. Y están en idioma inglés. El traductor on line no es bueno, como ud. bien señala, y aún así sirve para textos solamente, y no para los soportes antes mencionados.
    Hay un silencio muy pesado para reconocer este problema y sus consecuencias.
    El costo en vidas humanas puede ser enorme, por falta de verdadero consentimiento.
    Duele comprobar que se critica a las personas porque están “durmiendo”…pero, verdaderamente, es que no pueden informarse adecuadamente!
    Algunos mencionan muy insistentemente que sería demasiado costoso ofrecer traducciones, y ud. menciona que no alteraría los costos. ¿Cómo podría resolverse ésto? Cuesta creer que no existen tecnologías -¡¡hoy!!- para automatizar este proceso…Y más aún cuesta creer que no se tiendan manos solidariamente para evitar una catástrofe humanitaria por ahorrar unos pesos!

    1. No se trata de traductores “automáticos” como los que usted menciona, sino de personas que ejercen el oficio de traductor. La diferencia entre contratar a un buen traductor y a uno malo es insignificante en el presupuesto de producción de una película. Las traducciones “automáticas” pueden servir para enterarse rápidamente de qué trata un material escrito en un idioma que no conocemos, pero para vertir algo de un idioma a otro se necesita de personas, versadas además en las respectivas culturas.

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