Escrache es nuestro último aporte al vocabulario político mundial: encontré hace poco la palabra en un medio anglosajón, usada en un contexto ajeno a la Argentina. Otras contribuciones fueron gorila y desaparecido. Ninguna de las tres nos ennoblece: todas remiten, en distinto nivel de gravedad, a la intolerancia y la incapacidad para resolver los conflictos racionalmente; remiten, en suma, a la rusticidad de nuestra cultura política. El escrache, como el corte de calles, de rutas o de puentes, dice específicamente que la justicia no funciona, o que no se la respeta, o las dos cosas. El escrache es un acto simbólico de justicia por mano propia, simbólico hasta cierto punto porque siempre contiene un porcentaje de violencia. Busca castigar al escrachado sacándolo del anonimato o el ocultamiento para someterlo a la vergüenza y el escarnio social; incluye en sí mismo un juicio sumarísimo, una condena y una pena, características que comparte con el linchamiento. Siempre un escrache es un incidente montado para que otros lo vean. Cuando el escrache lo organiza una agrupación social, constituye lo que se conoce como media event, un suceso programado para captar la atención de la prensa sobre el escrachado o sobre lo que el escrachado representa. Cuando el escrache lo protagoniza un individuo o un grupo espontáneamente constituído en un lugar público es una pose arrogante, busca menos llamar la atención sobre el escrachado que sobre el escrachador. El escrachador quiere significar que él es distinto del escrachado desde un plano de implícita superioridad moral, tan distinto que la sola presencia del escrachado le resulta insultante. Este tipo de escrachador irrumpe en medio de un círculo de espectadores que presupone aliados y que a veces consigue integrar a su estallido, pone en escena su indignación cuando el escrachado está en inferioridad de condiciones y no puede defenderse, y se vuelve tanto más violento cuando mayor es el número de personas involucrado en el incidente o cuanto mayor es el porcentaje de mujeres, lo que le sirve de escudo si las cosas se ponen feas. Este tipo de escrachador es básicamente un cobarde. –S.G.