Dibujitos y “español neutro”

Como los padres tienden a desentenderse de sus hijos, y hacen lo posible para que no les estén encima molestando, les prenden la televisión, con la mala conciencia tranquilizada por el hecho de que sólo les dejan ver los canales de dibujitos. Ahora bien, los canales de dibujitos tienen varios problemas, el primero de los cuales es que su programación es un chorro continuo de basura sin redención posible. Esto a los padres no parece preocuparles, porque nunca se sentaron a analizar los programas que ven sus hijos, o porque confían en las marcas y suponen que Cartoon Network o Disney son garantía de programación apta para los chicos, o simplemente porque el asunto no les importa mucho. Si prestaran atención, se darían cuenta de que las historias que se cuentan en esos dibujitos son torpes, desprovistas de interés, repetitivas, absurdas en el peor sentido de la palabra, desarrolladas en un clima de inexplicable griterío y agitación constante; los dibujos son elementales, esquemáticos, sin gracia, y sin animación: las figuras suben y bajan en la pantalla para crear una ilusión de movimiento; y de remate, todos hablan en un idioma extraño para nosotros, que las empresas que emiten esas señales describen como español neutro, y que en realidad es mexicano puro, con lunfardo mexicano y todo. La cuestión ha empezado a preocupar a algunos maestros y padres que advierten que sus hijos o alumnos hablan una lengua rara. El diario La Nación publicó una nota en la que recogió esas preocupaciones, pero las diluyó en un caldillo de opiniones blandas y conformistas de presuntos expertos. En conjunto, esas opiniones tienden a distraer la atención del foco del problema, que está en las señales que distribuye el cable local, y dispersarlo en una variada nómina de causas para concluir que en definitiva con el tiempo todo se arregla. Pero la experiencia muestra que no es así: continuamente leemos y oimos en nuestros medios palabras extrañas como balacera, golpiza, barata o fanático, que sus redactores aprendieron en la televisión por cable. Muchos formadores de opinión, especialmente los más jóvenes, se han mostrado favorables al doblaje mexicano, probablemente porque eso era lo que consumían cuando eran chicos y creen que los personajes dibujados deben hablar así. Hace unos años, cuando se hizo la prueba de doblar al argentino algunos largometrajes animados, un periodista muy serio se preguntó en su programa de radio qué necesidad había de realizar esos experimentos y reclamó una vuelta al doblaje “normal”, es decir mexicano. Las señales de dibujos son de origen estadounidense, y los nortemericanos suponen que toda América latina está cubierta por un gran sombrero mexicano, de modo que no ven un problema con sus doblajes. Los mexicanos, por su parte, son celosos defensores de su habla: jamás se va a ver en su pantalla abierta una telenovela argentina (o uruguaya o chilena, para el caso), ni se va a leer un vos en las historietas publicadas de Mafalda. En CNN en Español, una virtual franquicia mexicana, el acento del sur está prohibido, y los conductores y periodistas de ese origen deben aprender a pronunciar cabaio y iuvia si quieren conservar el trabajo. –S.G.

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2 opiniones en “Dibujitos y “español neutro””

  1. Lo peor es la necedad de los que responden “después se les pasa” (en referencia a la forma de hablar de los chicos) en una errada analogía con quienes rondamos los 40…olvidando que de chicos no teníamos cable, no pasábamos tantas horas frente al televisor y La Pantera Rosa, el Correcaminos y Tom&Jerry…(por mencionar algunos de los más vistos) eran mudos!!!

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