Uber alles in der welt

La empresa de remises Uber fue creada en el 2009 en los Estados Unidos, y toda su novedad consiste en que el usuario solicita el servicio a través de un teléfono celular y lo paga con su tarjeta de crédito. Si uno no tiene celular o tarjeta de crédito no puede usar Uber. La empresa se expandió rápidamente desde San Francisco, donde nació, hacia el resto de los Estados Unidos y del mundo, más bien por una cuestión de modas que por otra cosa. A la gente le gusta sentir que su costoso dispositivo móvil sirve para algo. En todo los lugares donde empezó a prestar servicios generó conflictos con taxistas y remiseros locales, y también con los gobiernos municipales. Uber emplea una estrategia patotera para imponerse, y las autoridades políticas terminan aflojando. Excepto en algunos lugares, como Berlín por ejemplo, donde tiene prohibido operar. La llegada de Uber a Buenos Aires generó los mismos conflictos que en otras partes, y el gobierno de la ciudad le negó autorización para operar fuera de las normas vigentes. Uber puso este martes a sus choferes en la calle de todos modos, y los taxistas reaccionaron generando atascamientos de tránsito. El abierto desafío de esta empresa estadounidense fue festejado en cambio por personas que normalmente proclaman un puntilloso apego a las instituciones y las normas, y que aceptan sin reparos humillantes escrutinios para conseguir una visa de turista a los Estados Unidos. Más allá de estos desatinos, el gobierno de la ciudad debería asegurar que la empresa Uber acomode su operación a las normas y preste aquí el servicio que desea, simplemente por una cuestión de libertad en la oferta y la demanda. El usuario debe saber, sin embargo, algunas cosas: debe saber que Uber no trae absolutamente nada al país más que un puñado de programas de computación con los que administra el servicio; debe saber que Uber no va a renovar flotillas ni mejorar la calidad de los autos, inversión que correrá por cuenta de los choferes; debe saber que no le brindará al pasajero más seguridad que cualquier servicio de radio-taxi; debe saber que a cambio de su ínfima inversión se quedará con entre el 20 y el 30 por ciento de la renta de un trabajo que ya se venía realizando localmente en otras modalidades; debe saber que esa renta no quedará aquí sino que saldrá volando para Bermuda, que es donde la empresa concentra sus utilidades mundiales para evadir impuestos en los Estados Unidos; y debe saber por fin que la información que acumule la empresa sobre sus viajes, gastos y movimientos puede ir a parar a cualquier parte: hoy mismo la compañía reconoció en un informe que había suministrado datos sobre 13 millones de usuarios a pedido de autoridades locales y federales de los Estados Unidos. Después de saber estas cosas, que el usuario elija lo que mejor le parezca. ¡Feliz viaje! –S.G.

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