“Creo que vienen tiempos difíciles, cuando necesitaremos las voces de escritores que puedan avizorar alternativas para nuestra manera actual de vivir, que puedan descubrir, a través de nuestra sociedad atemorizada y de sus tecnologías obsesivas, otras maneras de ser. E incluso imaginar alguna base firme para la esperanza. Necesitaremos escritores que puedan recordar la libertad: poetas, visionarios, esos realistas de una realidad más amplia. Pero ahora mismo, pienso que necesitamos escritores que sepan distinguir entre la producción de un bien de mercado y la práctica de un arte. La motivación de la ganancia a menudo entra en conflicto con los propósitos del arte. Vivimos en el capitalismo. Su poder parece ineludible; lo mismo que ocurría con el derecho divino de los reyes. (…) El poder puede ser resistido y cambiado por los seres humanos; la resistencia y el cambio comienzan a menudo en el arte, y más a menudo en nuestro arte: el arte de la palabra. He tenido una larga y buena carrera, en buena compañía, y aquí, en su tramo final, en verdad no quiero ver cómo la literatura norteamericana se pierde vendida por la alcantarilla. (…) El nombre de nuestra hermosa recompensa no es ganancia. Su nombre es libertad.” –Ursula K. LeGuin, durante la entrega de los National Book Awards, donde fue galardonada por su Distinguida Contribución a las Letras Estadounidenses, en Nueva York, el 19-11-2014.