«Me gusta el budismo porque es como ser artista: es lo mismo. Hay algo común a las dos cosas y es esta idea de “sé consciente, abrí los ojos, date cuenta, no escuches a nadie más”. No tenés que seguir las reglas de los demás: inventá tus propias reglas en base a tu experiencia más genuina. Abrite a la vida y fijate cómo se siente, no alejes nada. Así como el budismo te propone que sientas el dolor, también te dice que estamos acá para pasarla muy, muy, muuuy bien. La propuesta de la civilización occidental es que estamos acá para trabajar, para sufrir, para lograr cosas, que tenemos que estar estresados. El budismo es una forma muy distinta de conectar con el mundo, de sentirte parte del mundo y de empatizar con otras personas.» –Laurie Anderson, entrevistada por Astrid Riehn, en Página 12, 26-4-2016