Acoso escolar, subjetividad y redes sociales

“Sabemos que siempre existió esto de tomar de punto a uno o dos alumnos. Pero ¿cuándo se transforma en un problema social que genera campañas, leyes, políticas públicas? Hay un desplazamiento que para mí tiene que ver con cambios en las subjetividades. Porque las sanciones eran eficaces en función de la culpa. Si un alumno hacía algo incorrecto para las reglas de la escuela, sabía que lo iban a amonestar y que ése era un castigo legítimo porque él había hecho algo mal. Del mismo modo que se aceptan las leyes de un Estado, convenidas por la mayoría. Pero en el momento en que el Estado pierde la fuerza tutelar sobre sus instituciones, la ley pierde también el peso de una universalidad que es incuestionable, o cuestionable sólo por vías institucionales. Y también pierden peso las figuras de autoridad: los profesores, los padres. Para un estudiante actual, más que la culpa, lo que funciona como regulador es la vergüenza. Que es un sentimiento público: el temor a que me vean en una situación inadecuada, que lo suban a Internet. Por eso el bullying es tan terrible, porque lo que opera es la mirada del otro que dice quién soy. Si el otro dice que soy fea, gorda y tonta… yo soy así, porque la verdad está en los ojos del otro. El caso de la chica a la que matan por ser linda es una vuelta de tuerca de lo mismo: molesta la apariencia de alguien, pero en este caso no pasa por golpear al débil, sino por aniquilar al fuerte. (…) Las redes sociales como Facebook serían un indicio muy fuerte de cómo se está desplazando el eje en torno del cual construimos lo que somos. Un desplazamiento que va de lo interior a lo exterior. No nos pensamos más como seres dotados de una esencia invisible; lo que sos es lo que se ve. (…) Desde el momento en que la verdad está dictada por la mirada del otro, lo que cuenta es mi imagen personal y la performance, que sería el desempeño, lo que se ve. Si el otro dice que mi performance es ridícula y que mi imagen es horrible, no hay cómo desmentirlo. No hay un resto que diga: ‘Lo que se ve no es lo que soy’. (…) ¿Por qué inventamos las redes sociales? Porque hacían falta, porque la subjetividad, los modos de ser y estar en el mundo que se construyen ahora, en este momento, son distintos de los del siglo XIX y XX, y necesitaban este tipo de herramientas”. —Paula Sibilia, entrevista en La Nación, 25-5-2014.

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