Tribunal especial para mapuches

En la provincia de Neuquén, una activista mapuche acusada de romperle la nariz de un piedrazo a una empleada judicial que presentaba una orden de desalojo fue absuelta en un juicio por jurados descripto como “intercultural”, en el cual seis de sus doce miembros eran mapuches. La noción de igualdad ante la ley que sanciona la Constitución Argentina es contradictoria con la formación de tribunales especiales, y el que acaba de emitir este fallo es, por su misma integración, un tribunal especial para juzgar mapuches. El hecho de que la justicia provincial se haya sentido en el deber de constituir ese tribunal especial implica además que el acto de arrojar piedras contra los agentes que representan la autoridad del Estado nacional es considerado un rasgo cultural apreciable de la etnia mapuche, digno de consideración y merecedor de respeto. La primera consecuencia lógica de este precedente judicial sería que en la provincia de Buenos Aires, donde también rige el juicio por jurados, se constituyan tribunales especiales con vecinos de los agresores cada vez que un maestro o un médico sea atacado a puñetazos por familiares airados, como tantas veces sucede. La situación, desde el punto de vista legal, es exactamente la misma. En el trasfondo del caso de Neuquén, por cierto, había un conflicto de intereses entre supuestos derechos de residentes mapuches sobre unas tierras y supuestos derechos de una empresa petrolera para explorar en esas tierras, pero no era eso lo que se estaba juzgando, sino el piedrazo lanzado por la activista Carol Soae (que se hace llamar Relmu Ñamku) contra la oficial de justicia Verónica Pelayes. En otro despropósito de la justicia neuquina, la causa contra Soae había sido caratulada como “intento de homicidio”, posteriormente corregida a “lesiones graves en concurso real con daño”. El fallo fue naturalmente recibido con satisfacción por la comunidad mapuche, un pueblo invasor que ingresó al actual territorio argentino después que los españoles e italianos y literalmente arrasó con las etnias originarias de la Patagonia, y cuyos propósitos secesionistas son explícitos e internacionalmente reconocidos. Los gritos desafiantes lanzados en la ocasión por los integrantes de la comunidad (Diez veces venceremos, Ni un paso atrás, La tierra robada será recuperada, etc) atestiguan esa actitud, y el fallo comentado sienta un precedente en la dirección de esas pretensiones. El reclamo independentista de los mapuches cuenta con el respaldo de intereses no bien determinados: el sofisticado aparato de propaganda mapuche, sus sitios en Internet en varios idiomas no se sostienen con el tejido de artesanías. El juicio atrajo la atención de grupos locales e internacionales de derechos humanos, como Madres de Plaza de Mayo y Amnistía Internacional. “La decisión del jurado es una señal de esperanza y una reivindicación histórica para el pueblo mapuche”, dijo Darío Kosovsky, abogado de Soae. “El uso de causas penales para aleccionar, amenazar, intimidar a defensores de derechos humanos –entre ellos líderes indígenas- viola los derechos humanos de los pueblos originarios y compromete la responsabilidad internacional de Argentina”, declaró por su parte Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en la Argentina.

–Santiago González

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7 opiniones en “Tribunal especial para mapuches”

  1. Clarísimo el ejemplo de Santiago. Acá en Chubut , el grupo autodenominado RAM, ha ganado una pequeña batalla con la no extradición de su líder Facundo Jones Huala en el primer juicio realizado en Esquel en 2016. Ahora está nuevamente preso, y los vecinos de la zona sufrimos incendios, cortes de ruta y pedradas en los autos particulares por parte de la RAM , que reclama la liberación de su líder. Los residentes de la zona esperamos que esta vez la justicia actúe acorde a la imparcialidad que se espera de ella, pero que hace mucho no se ve.

  2. en pleno siglo 21 existe en la república argentina una ignorancia tan grande que ignoran que los pueblos originarios eran los dueños de la tierra por eso es que decimos que somos crisol de raza porque a esta tierra llegaron de todas partes del mundo colonizando y engatuzando a los indígenas para conquistar nuestras tierras

    1. Entre los que llegaron a territorio argentino desde todas partes del mundo están los mapuches, que vinieron desde el otro lado de la cordillera y arrasaron con los pueblos originarios de la Patagonia y buena parte de la pampa.

  3. Sobre el curioso asunto de proteger a una nación extranjera y enemiga en el seno de nuestro propio país, sólo he oído hablar a Rolando Hanglin, Ricardo Iorio y usted. Pienso en esto tras haber leído su última nota sobre el “progresismo”, y bajo los efectos de la extraña sensación de no poder entender las medidas auto-destructivas que se han venido tomando en nuestro país. Las conspiraciones deben ser como las brujas: no existen. Pero que las hay, las hay.

    1. Efectivamente, el indigenismo declamativo es otro de los tópicos del progresismo, al que en realidad no le importan un comino los indígenas y sus derechos, ni se toman la molestia de conocer su historia. Les reconocen derechos a los mapuches, invasores y destructores, mientras ignoran los reclamos de qom, wichis, y otros pueblos del norte. Como es habitual con los progresistas, todo es una farsa, y cuando deja de ser una farsa es porque hay intereses detrás.

      1. Siempre me pareció curioso el culto al habitante “originario” por parte de mis profesores comunistas. Como descendiente de mapuches de la IX Región, desconfío de tales simpatías. Así como los intelectuales del s. XIX-XX endiosaron la figura del obrero industrial o del campesino como los protagonistas de la revolución socialista, sospecho que toda esta sobre actuación va en la misma dirección. En el fondo poco importa imaginar mecanismos que permitan la prosperidad de los excluidos: lo único que importa es una buena historia que permita confundir, desafiar y debilitar con impunidad.

        Hay que agradecer, sin embargo, que la historia se repita como farsa: los mapuches lograron repeler a los incas y fueron actores importantes en la independencia de Chile. Si esta facción de mapuches estuviera compuesta por personas con el coraje o los valores de Caupolicán o Colo Colo, a esta altura ya habríamos perdido la Patagonia.

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