La reforma tributaria

«Más que bajar impuestos con claridad, la reforma promete ser más una reorganización confusa de los actuales impuestos. Esto no es bueno por algo bien sencillo: si no se entiende con claridad dónde está el beneficio, no hay cambio en las conductas económicas de la gente. La magia no existe y, si no se baja el gasto, no hay manera de hacer una baja de impuestos contundente y clara. Si no hay una señal contundente y clara para los agentes económicos, no se va a generar ningún incentivo económico que motive a cambiar las decisiones de inversión. Con lo cual, una reforma difícil de entender, poco clara y tibia no es más que dilapidar rápidamente el capital político obtenido en las elecciones. La mayor parte de la exposición termina siendo sólo entendible para expertos, y en la mayoría de los casos, lo que se reduce por un lado lo vuelve a cobrar por otro. (…) Los argentinos debemos entender que la única manera de tener una reforma contundente y clara es exigir la baja del gasto público a nuestros dirigentes. Sin esto, cualquier reforma seguirá siendo un ensayo oscurantista.» —Miguel Angel Boggiano, economista, en Infobae, 1-11-2017.

Califique este artículo

Calificaciones: 2; promedio: 5.

Sea el primero en hacerlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *