“Metrobús: Alivio para Cabildo. Se espera que reduzca a la mitad el viaje en colectivo”, anuncia La Nación en tapa este martes. “El Metrobús de Cabildo reducirá a la mitad el viaje en colectivo”, es el título de la nota firmada por Ángeles Castro en el interior del periódico. En cuerpo más pequeñito, el subtítulo allí aclara “Es la previsión oficial…” Y si uno se toma el trabajo de seguir leyendo el artículo, en el tercer párrafo se encuentra con que “Entre Congreso y General Paz se tienden (sic) 2,1 kilómetros; La Nación demoró 10 minutos en unir ambos extremos, en sentido norte, entre las 19.36 y las 19.46.” El momento elegido por la autora de la nota para hacer su prueba corresponde exactamente a una hora pico, y es muy difícil que con carriles exclusivos o sin ellos un colectivo pueda hacer ese trayecto en menos tiempo, con detenciones en todas las paradas como suele ser el caso a esas horas. En todo caso, la economía de tiempo sería insignificante en relación con el costo, financiero y estético, de las obras necesarias para conseguirla. Lo que el artículo de La Nación demostró en todo caso es que el metrobús de Cabildo no sirve para nada. Ése debió haber sido el título de la nota según cualquier criterio estrictamente periodístico, asunto sobre el cual el diario suele prodigar abundantes lecciones. Si no lo fue, si la manipulación de la información fue a todas luces tan grosera, habrá que pensar que La Nación consideró en este caso más importante apoyar en un flanco cuestionable la gestión de Mauricio Macri que ceñirse a los principios periodísticos que dice defender y encarnar.
–Santiago González