CIUDAD DE MÉXICO —Enrique “Kike” Camarena fue un mexicano nacionalizado estadounidense que se convirtió en su país de origen en agente encubierto de la DEA, el organismo norteamericano de lucha contra las drogas. Gracias a sus investigaciones, las autoridades mexicanas desbarataron en 1984 una gigantesca plantación de marihuana, en la que fue también la segunda mayor operación antinarcóticos realizada bajo el patrocinio de la DEA. Un año después, Camarena apareció asesinado y con señales de haber sido torturado en La Angostura, un pueblo del estado de Michoacán. La DEA reaccionó enérgicamente, identificó al capo Miguel Ángel Félix Gallardo y sus lugartenientes Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo como instigadores del crimen, y reclamó a México su captura. Los dos últimos fueron atrapados, juzgados y condenados a 40 años de cárcel, entre otras cosas por el crimen de Camarena, cuya figura adquirió post-mortem dimensiones heroicas, y fue motivo de varias películas de acción, tanto en México como en los Estados Unidos.
Esta semana, un informe conjunto de la cadena estadounidense Fox y la revista mexicana Proceso asegura, sobre el testimonio de tres ex agentes de inteligencia estadounidenses, que Camarena fue asesinado por orden de la CIA luego de que éste descubriera que Washington protegía el contrabando de cocaína colombiana a los Estados Unidos vía México a cambio de una participación en las ganancias, que luego eran destinadas a solventar actividades contrarrevolucionarias en la Nicaragua sandinista. Más aún, los testimonios recogidos por ambos medios apuntan al cubano Félix Ismael Rodríguez como autor material del crimen. Rodríguez es el agente de la CIA que condujo en Bolivia la persecución de Ernesto “Che” Guevara, y quien ordenó su ejecución de tal modo que pareciera una muerte en combate; su participación en operaciones clandestinas destinadas a obtener fondos para la “contra” nicaragüense está ampliamente documentada, lo mismo que sus contactos con el presidente George Bush padre y sus funcionarios de seguridad. Voceros de la CIA negaron a la cadena Fox el alegato sobre la muerte de Camarena.
Dos meses antes de la aparición de este informe, un tribunal mexicano dispuso la libertad anticipada de Caro Quintero invocando cuestiones formales. Según los testimonios existentes hasta ahora, Caro Quintero condujo personalmente el interrogatorio y la indecible tortura de Camarena. Bajo presión de los Estados Unidos, otro tribunal ordenó su recaptura. Ahora está prófugo. –S.G.