La lista de Horacio

Los kirchneristas se entretuvieron durante mucho tiempo agitando la consigna de que el ex presidente Mauricio Macri endeudó de manera colosal a la Argentina con la perversa intención de poner dólares a disposición de sus amigos, que de inmediato los fugaban del sistema. Ahora nos enteramos de que los principales compradores y fugadores de dólares no habían sido los amigos de Mauricio sino los amigos de Cristina. La novedad fue recibida con gran algarabía entre quienes salen habitualmente a dar la cara por el gobierno de Cambiemos en los programas de chimentos políticos de la televisión, huérfanos de argumentos novedosos en medio de la cuarentena. Incluso fue tema de una graciosa columna de Carlos Pagni que supo explotar el perfil hilarante de la cuestión. Lo que pocos recuerdan, sin embargo, y lo que a mí me parece más interesante, es que esa información -que en teoría no debería ser pública– fue difundida por Horacio Verbitsky en su sitio El cohete a la luna. En realidad, el ex columnista de Página12 venía exponiendo el tema desde hacía varias semanas con la manifiesta intención de atribuir propósitos perversos al anterior gobierno. Primero dio a conocer las identidades de los 10 mayores compradores de dólares, cosa que no llamó mucho la atención porque eran todas grandes empresas que pueden justificar esas transacciones como parte de su operación habitual y necesaria. A la semana siguiente, según dijo debido a la falta de impacto de su primera publicación, extendió la nómina al centenar de personas jurídicas que más dólares habían comprado, con pareja falta de impacto probablemente porque como él mismo reconoció en su columna las operaciones eran perfectamente legales. “Cuando el propio gobierno se convierte en algo parecido a una organización delictiva, las actividades realizadas a su amparo gozan de la protección de la ley”, argumentó siguiendo con sus diatribas retóricas contra la gestión de Cambiemos. La tercera nota de Verbitsky, publicada el domingo pasado, tenía un título sugestivo: “Ahora, las personas” e incluía la nómina de los cien mayores compradores privados de dólares. Esta es la nota que, favorecida por la tendencia chimentera que recorre el periodismo nacional, obtuvo finalmente el impacto deseado, y la primera impresión es que a Verbitsky le salió el tiro por la culata, porque la nómina abunda, en los primeros lugares, en nombres de amigos de sus amigos. ¿De sus amigos? Toda la tercera nota de Verbitsky propina sopapos contra Macri pero puñaladas contra Cristina: menciona específicamente sus relaciones con algunos enlistados, como los Ick de Santiago del Estero o los hermanos Werthein, cuya foto con el alfil cristinista Wado de Pedro ilustra el artículo. La historia personal del periodista muestra que es muy difícil dar por sentadas sus lealtades. Y también muestra que de tonto no tiene nada, y que no podía escapársele el uso que los enemigos de Cristina podían hacer de sus revelaciones. Ni que, en el marco de la controversia que se libra en el seno del actual gobierno, esas revelaciones y su uso mediático iban a obrar en contra de uno de los polos y en beneficio del otro. Justamente del que le ha permitido colocar algunos ministros clave en el gabinete, del que goza de la simpatía y benevolencia de los mismos poderes y fundaciones que desde el exterior han sostenido su labor en el Centro de Estudios Legales y Sociales a lo largo de los años. –S.G.