La economía financiera

«Los mercados financieros son un sistema creado para que todos los activos que conforman la riqueza económica estén disponibles para ser movilizados de la manera más rápida posible. Para ello, se inventan “productos financieros” que supuestamente representan directa o indirectamente esa riqueza económica. Así, toda la riqueza que está “fijada” en el proceso de producción se pone en circulación como capital líquido (y hasta sirve como medio de pago de transacciones al igual que la moneda fiduciaria). Acciones, obligaciones negociables, títulos públicos, circulan por los mercados financieros representando el patrimonio de empresas y de los Estados. Incluso el capital de la fuerza de trabajo se pone en circulación en los mercados financieros, por ejemplo con fondos de pensiones. Esta es la forma concreta en que el poder “abstracto” del capital financiero se vuelve un poder “concreto” sobre la producción y el trabajo. Así, los operadores financieros adquieren poder para definir cotidianamente cuánto vale la riqueza del sistema económico. ¿Cómo se determina ese valor? Por su cotización diaria en los mercados financieros. ¿De qué depende? De las convenciones que establecen los operadores financieros en sus prácticas cotidianas; la riqueza vale hoy lo que dice que vale la “comunidad financiera”. Así, por ejemplo, el valor de una empresa puede multiplicarse o dividirse sin que haya cambiado mucho de su proceso de producción, su nivel de ventas o su participación de mercado, porque los operadores financieros convienen en que su valor ha de incrementarse o caerse. Por lo mismo, un país se vuelve “emergente” y los títulos de su deuda se vuelven valiosos porque un cambio de gobierno, una política cambiaria o meras expectativas determinan que allí habrá buenos negocios y capacidad de pagar rentas. Para que esto siga funcionando, es necesario que cada vez haya más títulos para transar y liquidar. La liquidez (o sea la capacidad que tiene un título financiero de volverse moneda de pago corriente) es el medio por el cual la comunidad financiera puede asegurar su autonomía y su poder para modelar el conjunto del proceso económico. La liquidez permite distribuir riesgos, prestar a quienes están necesitados de dinero y especular entre la cotización actual y la futura de los títulos financieros. Cuanto más “financierizada” esté la riqueza de un país, más poder tienen los operadores financieros para decidir su destino. La experiencia dice que cuando el capital financiero pasa a controlar al capital productivo lo obliga a funcionar conforme a la lógica del “rendimiento financiero mínimo”. Todo el sistema económico se ajusta a la presión del rendimiento de corto plazo del capital financiero; el activo que no rinde debe liquidarse y el capital líquido resultante vuela para aplicarse en otro lado.»

–Rubén lo Vuolo, economista argentino, en Clarín, 17-5-2016.

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