El autogolpe que no fue

«El fantasma del golpismo no estuvo presente [en el discurso de la presidente ante la Asamblea Legislativa], y aunque la retórica fue encendida en ciertos pasajes (sobre todo en el dedicado al atentado a la AMIA), no incurrió en invectivas contra traidores o enemigos de la patria. No se trató de una pieza destinada a la polarización. No anunció una nueva arremetida acompañada por las trompetas del ¡vamos por todo! Estuvo más bien destinada a solidificar una configuración política lábil y poco consistente. Y que descolocó bastante a la oposición que, otra vez, tendrá que acomodar su libreto. Desde esta perspectiva, y de cara a las próximas elecciones, el panorama que se presenta es el de un oficialismo cuyos activos políticos no están intactos pero cuya oposición no ha encontrado aún la forma de ponerlos en jaque. Y el de una oposición en cuyo seno no han surgido aún ni el liderazgo ni el discurso político necesarios para ello.» –Vicente Palermo, politólogo, en La Nación, 3-3-15

Califique este artículo

Calificaciones: 0; promedio: 0.

Sea el primero en hacerlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *