Al desnudo

Con la renuncia del procurador general Esteban Righi el kirchnerismo pierde otro nombre estrechamente asociado al efímero gobierno de Héctor Cámpora. A Righi se lo recuerda por su cuota de responsabilidad en la liberación indiscriminada de presos en la noche del 25 de mayo de 1973, y por un discurso ejemplar que dio ante la Policía Federal sobre su función en la sociedad. Aparte de la pétrea familia Abal Medina-Garré, ya no quedan setentistas de nota en los niveles más altos del gobierno nacional. El ex canciller Jorge Taiana, otro apellido de prosapia peronista, precedió a Righi en la puerta de salida, luego de que la presidenta le pusiera a Amado Boudou como ejemplo de lealtad. Justamente. La salida de Righi, y las amenazas sobre el juez y el fiscal que investigan las andanzas del avispado marplatense, ponen en evidencia, como si hiciera falta, la idea que el oficialismo tiene acerca de la independencia del Poder Judicial. Pero sobre todo ponen en evidencia el sistema de valores del kirchnerismo. Puestos a elegir entre el discurso setentista y los negocios del presente los K no tienen dudas: la retórica es para los creyentes de La Cámpora, en casa no hay nada mejor que la familia unida y, como dijera un legendario sindicalista mexicano, el que se mueve no sale en la foto. El kirchnerismo ha sido una superchería montada a fuerza de relato y plata, de manera de mantener a la masa entretenida con debates ideológicos, o con celulares y televisión, o con autos nuevos y vacaciones permanentes, mientras la gran familia hace sus negocios. El triunfo electoral del 2011 marcó el punto culminante del artificio escénico, pero desde entonces la cortina de humo ha venido diluyéndose: la plata no alcanza, y el relato luce cada vez más abollado. Como consecuencia los negocios quedan impúdicamente al desnudo: Bonafini, Cirigliano, Eskenazi, Ciccone, han sido las estrellas rutilantes de los últimos cuatro meses. La sensación de colapso agudiza la codicia y enfrenta a quienes hasta ahora rapiñaban juntos, y eso se interpreta como debate interno en el seno del gobierno.

S.G.

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