Young & Rubicam

El corto filmado en Malvinas (que muestra a un atleta argentino preparándose allí para los juegos olímpicos de Londres, y concluye con la leyenda “Para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino”) fue endosado por la Casa Rosada y repudiado por Londres, lo cual no pone ni quita nada. Lo deplorable del caso ha sido la reacción de la agencia de publicidad Young & Rubicam, cuya filial argentina concibió y realizó el aviso, y se lo ofreció al gobierno. Si no hubo un llamado telefónico a la casa matriz, bastó el simple gesto de disgusto del Foreign Office para que la empresa, dependiente de un grupo británico, con asiento en Nueva York, y filiales por todo el mundo, se bajara los pantalones más allá del límite de lo humillante. En lugar de defender su producto, respaldar a su sucursal en Buenos Aires, reivindicar su derecho a ofrecer servicios profesionales a sus clientes, optó por la autoflagelación: describió su propio trabajo como ofensivo, profano, y perturbador, y se deshizo en pedidos de disculpa. Por lo visto, empresarios cortesanos hay por todas partes. En la Argentina, los opositores al gobierno reaccionaron escandalizados ante el aviso, y hablaron de la mezcla de deporte y guerra, y evocaron a Goebbels y a Leni Reifenstahl, entre otras exageraciones. Otras críticas contra el video de 86 segundos provinieron del Comité Olímpico Internacional, una entidad demasiado abrumada por acusaciones de corrupción como para estar en condiciones de aleccionar a nadie. Lejos de lo que Young & Rubicam opina, de lo que los antikirchneristas habituales sostienen, y de lo que el COI alega, el aviso transmite un mensaje claro –las Malvinas son argentinas– y lo hace limpiamente: sin ofensas, sin estandartes patrioteros, sin golpes bajos, sin tambores bélicos. Es justamente esa contención, esa mesura, la que lo hace tan potente. Es difícil saber, sin embargo, si esa potencia servirá para hacer avanzar en algo la causa de la Argentina en relación con las islas. Por lo pronto, la repercusión que tuvo en todo el mundo le ha permitido instalar el tema en un público más amplio. En todo caso, será una reiteración novedosa de su antiguo reclamo de memoria, verdad y justicia. El comunicado de la casa matriz de Young & Rubicam afirma que el aviso “va en contra de todo lo que como empresa defendemos”. Sí, nos dimos cuenta.

S.G.

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