Las últimas horas

Según los indicios disponibles hasta el momento de redactar este comentario, el fiscal Alberto Nisman permaneció varias horas dominado por sus asesinos, o por sus propias tribulaciones en caso de que se hubiese suicidado, antes de que un disparo en la cabeza terminara con su vida. De acuerdo con lo hecho público por los investigadores, la hora probable de su muerte se ubica alrededor de las 15 del domingo. Primer dato: Según testigos, frente a la puerta de su departamento se encontraban dispersos los diarios de ese día, que al parecer Nisman nunca llegó a recoger. Cualquier persona, especialmente un hiperactivo como el fiscal, lee los diarios temprano en la mañana, y más en su caso particular, puesto que todos los diarios seguramente iban a comentar ese día los alcances y consecuencias de su denuncia. Segundo dato: A las 11.30 de la mañana, los llamados de la custodia al fiscal ya no encontraban respuesta. Esto quiere decir que presumiblemente desde al menos las 9 de la mañana, seis horas antes de su muerte, y seguramente desde las 11.30, tres horas y media antes, el fiscal, por una razón u otra, no era dueño de sus actos. ¿Qué pasó en ese lapso? ¿Nisman estuvo solo? Si hubo alguien con él debió ser de su entera confianza, porque el departamento, según quienes lo vieron, no presentaba señales de desorden. Si Nisman fue muerto por un asesino profesional, que entró al departamento, cometió el crimen, y se fue, ¿qué fue lo que alteró la rutina normal de su vida desde seis horas antes? Preguntas de las tantas que se acumulan en este caso.1 –S.G

  1. En declaraciones periodísticas, la fiscal Viviana Fein corrigió el sábado 24 la hora probable de la muerte, y la ubicó “alrededor del mediodía”, cosa que reduce pero no elimina el lapso de incógnita. []

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