Pino, el Peter Pan de la política

Fernando Solanas, ese eterno adolescente, ese Peter Pan de la política, se opone a la incorporación del PRO de Mauricio Macri a la interna de UNEN que propuso Elisa Carrió, y lo hace con el mismo entusiasmo con que él y sus seguidores le votaron al kirchernismo en el Congreso todas las leyes que contribuyeron a destrozar la economía nacional, entre ellas las relacionadas con Aerolíneas, YPF, y la confiscación de las jubilaciones privadas. Ese infantilismo ideológico le impide ahora entender la estrategia desesperada de Carrió para evitar que la Argentina se vaya definitivamente al demonio. Para comprenderla, hay que ver la situación de Macri. Macri quiere ser presidente en el 2015, pero carece de una estructura política vertebrada a nivel nacional que sustente esa ambición. Tiene entonces dos caminos: o se alía al peronismo no kirchnerista, o a una parte de él que lo recibiría con los brazos abiertos, o participa del espacio UNEN como quiere Carrió. Si Macri se va con los peronistas, las mafias seguirán en el poder en la Argentina, tan campantes como con los Kirchner, y con el beneficio de la cara lavada. Si Macri se aviene a integrarse a UNEN, primero tendrá que someter su candidatura a una interna abierta, y después tendrá que aceptar entendimientos con sus fuerzas políticas. Eventualmente, Macri podrá llegar al gobierno, pero controlado y acotado por sus propios aliados. Carrió entiende, y a juicio de este sitio tiene razón, que la sociedad que ella propone –en resumidas cuentas una sociedad entre el radicalismo y el PRO– es la única herramienta en el actual momento político, y en el actual nivel de conciencia política en la sociedad, capaz de apartar al peronismo del gobierno y apostar a la reconstrucción de la República. Los que no entienden una ecuación tan sencilla, o bien están cegados por los prejuicios ideológicos, o bien prefieren que todo siga como está, porque se benefician del caos, del cuanto peor, mejor. –S.G.