Padres, hijos y maestros

Los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires son privilegiados entre los privilegiados, y por eso sus indisciplinas deberían ser castigadas con la mayor severidad cuando sus propios padres las toleran.

En la Argentina de la exclusión, los adolescentes que pueden cursar y terminar el ciclo secundario son privilegiados. Los que además pueden concurrir a un establecimiento de excelencia como el Colegio Nacional de Buenos Aires son privilegiados entre los privilegiados.

A comienzos de octubre, una docena de alumnos de ese colegio se retiró sin autorización en horario de clases. Se les impusieron las sanciones correspondientes para esa falta, y entonces el grupo que conduce el centro de estudiantes decidió ocupar el colegio e impedir el dictado de clases. La revuelta afectó durante casi 10 días a los dos mil alumnos que cursan allí sus estudios, y cesó cuando la rectora del colegio anunció que el período lectivo se extendería tantos días cuantos durara la toma. Como con las vacaciones y la PlayStation no se juega, los revoltosos rindieron sus banderas. No puede decirse que el resultado haya sido un éxito de la política tolerante de la rectora: no se sabe cómo van a ser compensados por los perjuicios sufridos los 1950 alumnos que nada tuvieron que ver con la revuelta, ni es claro todavía qué medidas va a adoptar el colegio con los que condujeron la ocupación. La expulsión parecería una sanción moderada: apenas rebajaría a esos alumnos de la condición de privilegiados privilegiados a la de privilegiados a secas. Y sería también una imprescindible lección para sus padres, que sabían muy bien lo que sus hijos estaban haciendo, pero eludieron las responsabilidades que su condición de tales y el doble privilegio de que gozan les exigen.

–SG

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8 opiniones en “Padres, hijos y maestros”

  1. YA PASÓ MUCHO TIEMPO DE LA TOMA, SI, PERO BUSCANDO ALGO ENCONTRE ESTO Y REALMENTE, NO TE DA VERGUENZA MENTIRLE ASI A TODOS LOS QUE LEEN ESTO? PARECE QUE ES COSTUMBRE MENTIR, SERÁS AMIGO DE C5N?
    SI NO SABES NADA SOBRE EL ASUNTO, MEJOR CALLATE E INFORMATE ANTES, DALE?

    GRACIAS
    CNBA (L)

    1. Además de haber dictado clases en esas aulas, y no en tiempos de los militares precisamente, conozco bastante bien lo que ocurre en la Universidad de Buenos Aires y en su colegio nacional. No miento, no grito, no me callo, y no le niego el uso de la palabra a nadie, aunque carezca de contenido. Ese es su problema.

  2. Se oyó decir en los medios que “no queremos volver a esas imágenes de estudiantes enfrentados con la policía” a medida que los días pasaban y nadie se hacía cargo de resolver la situación… Digo yo, tomar un colegio e impedir el dictado de clases de 1900 y tantos que nada tienen que ver con lo ocurrido ¿no es un ilícito acaso? Claro que llegada la intervención policial entonces sí, aparecerían los padres a invocar derechos humanos para con sus hijos… Ahora, los derechos de los que estudian, esos no valen…

    1. Estas son las “escuelas de carácter” que ha logrado generar nuestra democracia. Y estemos atentos, porque se aproxima una nueva reforma del ciclo secundario… Gracias por visitar este sitio.

  3. El día 15 de septiembre -en lugar de dictarse clases- se realizó una jornada de reflexión sobre “La noche de los lápices”. Al día siguiente, parte del alumnado participó de las marchas convocadas para recordar lo ocurrido en esa fecha, argumentando que la jornada del día anterior no resultaba adecuada por ser el 16 el día “correcto” para honrar la memoria de las víctimas de ese trágico hecho. Cada cual tiene derecho a ser tan obtuso como desee, siempre y cuando se haga cargo de sus actos. Pero, parece que entre los privilegiados a los que Ud. hace referencia había unos cuantos al límite de quedarse libres por faltas, así que algunos optarton por dar el presente y mandarse a mudar. Lejos de ser responsables por sus actos, ante la posibilidad de ser justamente sancionados decidieron tomar la escuela para imponer su parecer. La toma de una escuela es un acto de fuerza, violento, que impone al conjunto la voluntad de unos pocos, por más que quieran “democratizarlo” con el endeble argumento de que fue votado por los estudiantes en una asamblea. Lamentablemente, el CNBA funciona como un semillero de “engreiditos”, formados con la noción de que todo les está permitido por ser “mejores” que el resto. Curiosamente, no pocos de los políticos que nos gobiernan o han gobernado surgieron de ese semillero, y sus actos fueron consecuentes con la visión poco realista que tienen de sí mismos.

    1. Gracias por su comentario, y por los datos que aporta sobre este episodio. De paso, las “asambleas” que desde hace décadas se celebran en ese colegio y en todo el ámbito de la Universidad de Buenos Aires son una farsa montada por pequeños grupos de activistas de las que el grueso del alumnado no participa pero que, como en este caso, se esgrimen después para “legitimar” cualquier despropósito.

  4. Sí, es una vergüenza que paren un colegio porque los sancionan… es el colmo! se quieren ratear y encima toman la escuela. A la escuela se va a estudiar y a formar el carácter. Si de ahí salen estudiantes que toman instituciones no nos sorprendamos luego de verlos en cargos de gobierno haciendo todo tipo de maniobras similares.

    PD: además cortaron la toma porque se tenían que ir a Bariloche estos nenes. Se creen muy adultos por tomar una escuela y salir en los medios, pero para ir a ponerse en pedo durante todo el viaje son muy nenitos consentidos…

    1. Los adolescentes son adolescentes, y corresponde a los adultos educarlos, especialmente formarles el carácter, como usted dice. Creo que el problema está más en los adultos que en los estudiantes: aquí vemos una combinación de autoridades sin autoridad, y padres ausentes (o cómplices, que también conozco casos). Gracias por su comentario.

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