A Ricardo Monner Sans lo conocemos como uno de los espontáneos “fiscales de la República” (la otra es Elisa Carrió), abogados que voluntariamente y pro bono hacen lo que no hacen los fiscales que mantenemos con nuestros impuestos. Ahora se mostró como perspicaz analista político, y dijo varias cosas muy importantes al ser entrevistado este lunes en el programa Desde el llano por Joaquín Morales Solá. Tan importantes que no pude encontrar la grabación en el sitio de TN, así que cito de memoria. Dijo Monner Sans que, ante la evidente implosión del kirchnerismo, le preocupaba el destino político de los miles de jóvenes que lo acompañaron y que ahora se verían en la situación de buscar otros rumbos, otros canales para sus demandas y sus expectativas. “Esos jóvenes no van a ir a Cambiemos -opinó-. ¿A dónde van a ir?”. Sugirió estar atentos a quiénes podrían tratar de atraerlos a sus filas, particularmente en un contexto huérfano de ideas creativas y rico en consignas destructivas. Esta última descripción me pertenece; Monner Sans lo dijo más o menos así: “Un mundo en que el capitalismo no da respuestas, Europa exhibe un desconcierto que nunca hubiésemos imaginado, y los Estados Unidos están al borde del fascismo”. El análisis de este abogado próximo a cumplir los 80 años revela una singular agudeza, y pone el dedo en una llaga que absorbidos por la cotidianeidad solemos pasar por alto: en la Argentina estamos tan atrasados que para nosotros el capitalismo es el futuro. Pero en el mundo occidental, ese mundo en que nosotros, y especialmente los jóvenes, nos referenciamos, el capitalismo no enamora a nadie, y más bien sigue en marcha porque nadie encuentra una manera eficaz de reemplazarlo sin afectar las libertades individuales. ¿Qué futuro puede tener un país donde los jóvenes no creen en el futuro que se les propone? Tema para la reflexión. Monner Sans hizo otras dos observaciones para tener en cuenta: dijo que el actual gobierno cosechaba ahora, sin costo alguno, los beneficios judiciales de causas iniciadas por otros (entre ellos él mismo) casi una década atrás, y le recomendó aprovechar esta circunstancial bonanza para ocuparse de los más necesitados y para poner frenos a la infatigable bicicleta financiera. Convendría escucharlo. Siempre es útil atender a lo que dicen los mayores, no sólo en edad. –S.G.