Liberando a las oraciones subordinadas

Ayudando a mi nieto con sus clases de castellano, advierto que la revolución igualitaria progresista ha llegado a la gramática: las proposiciones u oraciones subordinadas han sido finalmente liberadas de su yugo secular, y se han transformado en proposiciones u oraciones incluidas. Nadie explica dónde están incluidas, porque la noción de oración principal ha desaparecido lógicamente junto con la noción de oración subordinada, y lo mismo ha ocurrido con la odiosa desigualdad establecida entre ambas. Esta arruga conceptual no molesta a nadie, porque el objetivo fundamental es desterrar de las conciencias la noción de jerarquía, de que hay unas cosas que son más importantes que otras, y, horror de los horrores, de que hay unas cosas que dependen de otras. Los libertadores de la gramática suelen insistir, siguiendo al maestro Ferdinand de Saussure, en que la lengua es un sistema de oposiciones. La mera existencia de las oraciones incluidas supone por lo tanto que debe haber por ahí, escamoteadas por alguna conspiración mediático-académica, unas sufrientes oraciones excluidas que reclaman urgente reivindicación. En plan de ayuda, propongo que cuando las encuentren las denominen oraciones con capacidades especiales. –S.G.

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