El prolongado silencio, la alejada reclusión que se impuso la presidente desde que las tensiones sociales estallaron en innumerables focos de saqueo, violencia y muerte ofreció una señal sobre el estado de su gobierno al finalizar el 2012: un gobierno en fuga, acosado por las consecuencias de su propia impericia, su incapacidad para revertirlas, y su impotencia para procesarlas políticamente. El relato, constituído en el principal andamiaje del gobierno más incompetente que registre la historia argentina, se quebró con la facilidad de un barrilete tan pronto las arcas oficiales quedaron vacías: los episodios ocurridos en vísperas de la Nochebuena pusieron a la vista la realidad cruel de la exclusión y la miseria, intactas al cabo de una década de planes sociales, asignaciones familiares y redistribución de ingresos. Las propias cifras oficiales muestran que la brecha entre ricos y pobres aumenta, que la pobreza y la indigencia no ceden, que los únicos empleos que se crean son empleos públicos o en negro, y que el país sigue más o menos en pie gracias al campo. La realidad dejó muda a una presidente locuaz para dar lecciones al mundo pero desprovista de palabras para sosegar los ánimos, para aliviar el dolor de quienes llevan clavado el puñal de la marginalidad. La presidente optó en cambio por tomar distancia de las consecuencias de su mal gobierno, se alejó de la residencia oficial para buscar refugio en su vivienda privada. Pero no es posible llamarse a engaño sobre esa señal: los repliegues kirchneristas son sólo para tomar aliento, y la fuga es siempre hacia delante y hacia arriba. En realidad, la fuga de Cristina Kirchner no empezó este fin de año sino varios meses atrás, cuando alcanzó a ver el fondo de la caja, en el que apenas tintineaban algunas moneditas. Empezó cuando, con la misma disposición de espíritu de los saqueadores, la presidente proclamó en Rosario: “¡Vamos por todo!”. Vamos por todo porque no tenemos nada. Nada que perder. El resentimiento social, motor de todo el progresismo, es la gigantesca usina que provee de energía al oficialismo. ¡Ahora duro contra Clarín, contra la Justicia, contra la Sociedad Rural, contra los que compran dólares! ¿13-S, 8-N? ¡Más duro todavía, duro contra los gobernadores e intendentes rebeldes, duro contra los periodistas, duro contra la Iglesia, duro contra los que gastan más de 3.000 pesos o tienen ahorros de más de 10.000! El gobierno espera que esta redoblada apuesta, esta hostilidad manifiesta contra el que piensa y trabaja independientemente del Estado, le abra puertas a la fuga: o bien exasperando a la sociedad al punto de que ésta lo expulse del poder hacia el refugio seguro y políticamente redituable de la victimización, o bien concitando con su dureza adhesiones suficientes como lanzarse por el camino de la impostura revolucionaria. Cualquiera de esas dos puertas le vendría bien al kirchnerismo. La que no le vendría bien es la del juicio político, serena y legalmente conducido con todas las garantías del debido proceso. Esta es la puerta que le convendría a la salud del país –la presidente tiene aún tres largos años de mandato por delante–, pero la sociedad argentina no parece haber alcanzado todavía la madurez política y la firmeza de convicciones como para abrirla.
–S.G.
Una vez más excelente descripción y completamente de acuerdo con el comentario de silagoa. Ojalá pudiera decir que Gaucho se equivoca, pero lamentablemente no es así.
Si alguna duda nos quedaba, la presidente reapareció, habló, y la despejó. Gracias por visitar este sitio.
Está bien, volvió y volvió con cañonazos. Necesitaba delegar la responsabilidad de algo que es fruto del Resentimiento Social, y el silencio, que como se dice “otorga”, no le convenía. Ahora bien, desde una bastante profunda investigación acerca de los ultra adeptos a la presidenta (digo profunda porque está basada en un estudio de campo) la conclusión es que ellos responden repitiendo frases de sus discursos con exactitud y nos acusan (cual criminales) de ser lectores compulsivos de Clarín. Cualquier reflexión, opinión o cualquiera sea lo que se exponga es para ellos extraído de ese medio gráfico. De esto deduzco que nadie entendió nada o les es mejor manejarse con frases hechas que asumir que estamos atravesando el sendero que lleva al abismo y que frente a ese precipicio cuando querramos “hacer” para certificar nuestra existencia, la violencia es la última herramienta. Hoy no se lleva la cuenta de los desaparecidos, pero las madres de las víctimas de la dictadura siguen lucrando con la muerte de sus hijos. ¿Y las de hoy,? ¿Y si los saqueos son una política de acción para derrocar a gobiernos democráticos nacida en el mandato de Raúl Alfonsín, entonces habrá que llegar a una imitación más verdadera del 2001?. La división del pueblo hoy es tajante: K vs anti K, objetivo logrado. No hay grises y esto es justamente por el “resentimiento social” y si alguna vez me dijo que la democracia le pone tope al totalitarismo, para mí su verdad se está esfumando. Hoy desde un pueblo de “verano” donde los trabajos son por tres meses en blanco, muy pocos quieren trabajar porque se les quitan los subsidios, entonces vienen de otras provincias. Esto es lo que ha creado el kirchnerismo, un inconsciente colectivo en el que ni la fe tiene un lugar definido. Gracias una vez más.
El acoso a que nos somete el gobierno debería bastar para que cada uno de nosotros iniciara acciones legales, somos perseguidos constantemente desde los discursos y medidas…tanta pavada dando vuelta de bullying y acoso sexual cuando este nos toca a todos y cada uno. Y un juicio político…creo que sólo la Dra. Carrió y quienes trabajan con ella estarían en condiciones de encabezar cualquier acción saneadora en este país, que está visto le dio la espalda a las únicas personas pensantes, coherentes y con capacidad de gobernar, el resto son todos ladrones y/o incompetentes.
No puedo estar más de acuerdo.
En vistas de lo ocurrido con Ricardo Darín no pude menos que recordar esta nota…y sólo me vienen a la mente términos como “acoso, amenaza, apriete…régimen”.