“La Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito dictó un fallo políticamente correcto. Ratifica el fallo de Griesa contra la Argentina, pero otorga una suspensión de la sentencia (stay). Ratifica la vigencia del derecho de Nueva York, pero delega la responsabilidad política de los efectos de la sentencia en la Corte Suprema. […] En conclusión, la Argentina logró más de un año de oxígeno, pero con un fallo duro y hermético que da muy pocas chances de que pueda ser revisado por la Corte Suprema. Mientras tanto, este juicio suma al riesgo país un sobrecosto estimado de entre 3 y 6 por ciento.” –Marcelo Etchebarne Mihanovich