El votante medio

“El votante medio no se apartó mucho de la tierra conocida. Se limitó a repartir un poco más el poder dentro de sus fronteras. En términos políticos, se mantuvo en las proximidades de la presidenta, premiando a un hijo descarriado, no a un miembro de otra familia. En términos económicos, tampoco fue más allá de los logros del lúcido Lavagna y del primer Kirchner: crecimiento del producto con baja inflación. En estos años prósperos, el votante medio se acostumbró al casi pleno empleo y a un valor relativamente alto del salario, que la inflación le está estropeando. Ésa es su realidad y tiene como objetivo mantenerla y aun mejorarla, no cambiarla. (…) La elite del poder está atravesada por cálculos, incertidumbres y múltiples luchas de intereses. Febril y ansiosa, vive el apogeo de la temporada. El votante medio, en cambio, ya hizo su parte y se repliega. Hasta que nuevas elecciones o acontecimientos relevantes los obliguen a cruzarse, dirigentes y dirigidos volverán a sus juegos y a sus lógicas.” –Eduardo Fidanza, La Nación, 2-11-2013.

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