El tiempo y los Kirchner

El adelantamiento de las elecciones representa una fuerte apuesta de Kirchner, a quien el tiempo le jugaba en contra.

kenserio
Marzo es un mes agitado para los Kirchner. El año pasado apostaron todo o nada a un enfrentamiento con los productores agropecuarios, y perdieron en todos los frentes. Hoy vuelven a apostar fuerte con un adelantamiento de las elecciones, a fin de recuperar la iniciativa en un escenario que desde aquel otro marzo se les volvió en contra sin remedio.

“Los argentinos no podemos tener una serie permanente de elecciones hasta el 28 de octubre en el marco de la crisis. Sería casi suicida embarcar a la sociedad de aquí a octubre en una discusión permanente”, dijo la presidente al anunciar la decisión. “Necesitamos mucha tranquilidad, mucho diálogo, alejando los intereses partidarios. La crisis demanda que todos los esfuerzos estén orientados a sostener la actividad económica y el nivel de empleo”.

Naturalmente, se trata de hacer de la necesidad virtud. Todos los indicadores les dicen a los Kirchner que las cosas van mal, con tendencia a empeorar. Por eso los gestos dirigidos a aflojar la presión en el conflicto con el campo, por eso la rápida disipación del conflicto con la Corte Suprema (iniciado, de paso, por la propia presidente).

Néstor Kirchner advirtió que el tiempo le juega en contra en muchos aspectos.

  • Cuanto más tiempo pase, más prolongada y dañina será la hemorragia de dirigentes en todo el país, que se convierten en jugadores libres listos para ser captados por la oposición.
  • Cuanto más tiempo pase, mayores posibilidades tendrá el peronismo “disidente” de encontrar una identidad, y una figura detrás de la cual encolumnarse, llámese Francisco de Narváez o Felipe Solá, pero principalmente este último, y de sumar al PRO sin complejos.
  • Cuanto más tiempo pase, mejor definirá su perfil y sus alianzas la oposición que lidera Elisa Carrió y se construye con aportes radicales y socialistas. Menos temible para Kirchner, pero igualmente lesiva a la hora de contar votos.
  • Cuanto más tiempo pase, más se deteriorará la imagen del gobierno, porque esa es la tendencia que marcan las encuestas independientes.
  • Cuanto más tiempo pase, más se harán sentir los efectos de la crisis internacional en la economía local, y también esa es la tendencia que marcan los indicadores no manipulados.
  • Cuanto más tiempo pase, por lo tanto, menos dinero habrá en la caja para la campaña. Y por los efectos mismos de la crisis, la caja es una ventaja que el gobierno tiene sobre la oposición.

Hermes Binner primero con el desdoblamiento de los comicios en Santa Fe, y Mauricio Macri luego con similar decisión en la ciudad de Buenos Aires, hicieron ingresar el factor tiempo en la ecuación electoral. Cuando Kirchner se puso a pensar las cosas en esos términos advirtió que con el acortamiento de los plazos nada tenía que perder.

Si hay pérdidas, en todo caso, van a la cuenta del país, que paga caro en otros foros más importantes la mala reputación que le generan estos manoseos institucionales. Ni en medio de la grave crisis que los azota, los Estados Unidos se apartaron un minuto del calendario electoral y Barack Obama asumió el día previsto para su asunción.

El adelantamiento de las elecciones producirá entre nosotros un extraño interregno entre junio y diciembre cuando deban asumir las legislaturas electas a mitad de año. Resulta difícil imaginar los escenarios que puedan sobrevenir en ese lapso, pero después de cinco años de convivencia con los Kirchner, no hay idea estremecedora que no venga a la mente.

Por ejemplo, si los resultados son adversos, y teniendo en cuenta los antecedentes de lo ocurrido tras la adversa votación de la resolución 125 en el senado, ¿es acaso insensato imaginar una renuncia de la presidente, un paso al costado que deje a Julio Cobos y a una legislatura no kirchnerista al mando de la nave cuando la crisis se haga sentir aquí con toda su fuerza?

Bueno, sí, es insensato. Pero entonces uno recuerda que Kirchner, enceguecido por su sed de venganza contra el campo, no reparó en causar cualquier daño al país con tal de perjudicar a quienes caprichosamente identificó como sus enemigos. El tiempo sólo es tardanza / de lo que está por venir, dice Martín Fierro. La oposición haría bien en estar preparada.

–Santiago González

Califique este artículo

Calificaciones: 0; promedio: 0.

Sea el primero en hacerlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *