No logro precisar exactamente desde cuándo, pero el hecho es que en la Argentina se ha desarrollado un nuevo género periodístico, distinto de la crónica que narra los hechos, el análisis que procura explicarlos y ponerlos en relación con otros hechos, y la columna de opinión, que los pondera según alguna explícita escala de valores. Este género novedoso, nacido en la radio y ahora trasladado a la televisión, es conocido como “el pase”, y consiste en un diálogo informal entre el conductor de una propuesta noticiosa y el colega que lo sucede en la programación del día. Cada uno sacrifica una pequeña porción de su espacio en aras de ese tramo compartido, en el que ambos periodistas intercambian bromas, se cuentan asuntos personales o familiares y comentan como al pasar algunos temas del día. El oyente o el televidente tiene la sensación de asistir a una charla distendida junto a la cafetera del estudio entre dos personas que hacen una pausa en su trabajo y conversan espontáneamente sobre cosas de la vida y de la profesión. Y en consecuencia baja la guardia respecto de la intencionalidad de lo que se dice, se siente inclinado a tomar lo que los periodistas se comentan como sus verdaderas opiniones acerca del tema comentado, no aquello que dicen profesionalmente en público sino lo que intercambian personalmente en privado. Esto brinda a los comentarios emitidos en ese marco de un poder de convicción que jamás podrían tener un análisis o un argumento presentados con las formalidades de la profesión. Entremezcladas con chistes y chismes, las opiniones así expuestas adquieren el espesor del sentido común, y con esa densidad llegan a la audiencia. No sé si algo parecido existe en otras latitudes, o es algo que debemos incorporar a la lista que incluye el colectivo, la birome y el dulce de leche. Si éste es el caso, el “pase” debería ser patentado porque en cuanto descubran su poder para la “bajada de línea” los progresistas del mundo se van a disputar el uso. –S.G.
Buena reflexión la suya, gaucho cada vez menos malo. Calificaría como “invención”?…
Por las dudas, tendrían que darse una vuelta, pero institucionalmente, por Paseo Colón al 700.
Pero YA!, porque las divisas no abundan es este “ispa”, y porque los no periodistas pudieran “primerearlos”.