Victoria contra la tiranía transexual

Por Bernardino Montejano *

En la defensa del derecho natural objetivo y de los derechos fundamentales subjetivos, debemos ser valientes y utilizar todas las herramientas que un orden jurído positivo pone a nuestra disposición; tenemos un ejemplo que viene de los Estados Unidos.  La nota que aparece en Religión en Libertad del 4 de octubre pertenece a José María Carreras y se titula: “Un maestro expulsado por no ceder al lobby transexual es indemnizado con 575.000 $. Victoria histórica”.

El caso es el siguiente: Peter Vlaming fue profesor de francés en una escuela de Virginia, Estados Unidos. Tenía un alumno autodefinido como transgénero, que con su familia le exigían que se refiriera a él en clase, por su nombre y pronombres modificados.

En el año 2018 la junta escolar y la familia le recordaron la obligación de tratarlo por su género percibido. Respondió que no, fiel a sus creencias religiosas y filosóficas: “el sexo de cada uno es biológicamente fijo y no se puede cambiar”, afirmó el maestro.

La consecuencia se veía venir y fue despedido. Entonces demandó a la junta escolar y a la dirección de la escuela por violar el derecho al libre ejercicio de su religión. El juez desestimó la demanda, pero la Corte Suprema del Estado la reabrió.

Para complicar más las cosas el profesor despedido también fue demandado, acusado de violar las políticas antidiscriminatorias, invento para embarrar la cancha, pero la Corte Suprema del Estado, reconoció su derecho a la práctica religiosa reconocido por la Constitución de Virginia, con lo que resovió el pleito

El profesor no podía, en conciencia, decir mensajes que sabía que no eran ciertos. Fue despedido por negarse a decir algo que no podía decir.
Gran tema este el de la conciencia, que es un acto que permite al hombre apreciar su conducta juzgándola  los principios y preceptos de la ley natural, conocidos por medio de la sindéresis, elaboración escolástica del hábito que nos permite distinguir lo bueno de lo malo.

Cabe señalar, como afirma Paulo VI, que “la conciencia no es la fuente del bien y del mal; es la advertencia, la percepción de una voz que por algo se llama la voz de la conciencia… es la intimación subjetiva e inmediata de una ley que debemos llamar natural, aunque muchos no quieran hablar hoy de ley natural “ (Audiencia del 12/2/1969, en L’Osservatore Romano, Nº 837). Por eso es un deber formar la conciencia para que sea recta y verdadera, pues no basta la sinceridad si se permanece en el error.

El juicio de conciencia se ordena a dirigir la acción y su rectitud depende de su ajuste a la ley natural moral y a la ley divina positiva, en última instancia a la Ley eterna.

El asunto del profesor despedido concluyó seis años después del cese de sus tareas docentes con el acuerdo por el cual la junta escolar lo indemniza mediante el pago de la suma ya señalada, y con el deber, además, de ajustarse a los nuevos criterios establecidos por el gbernador republicano, respecto a la libertad de expresión.

Aquí tenemos un ejemplo, próximo en el tiempo aunque lejano en la geografía, de un modesto profesor de francés norteamericano, de cómo tenemos que actuar en casos difíciles, donde todo el ambiente, contaminado por la ideología de género y sus cultores y una nefasta política de Estado de promoción de la misma, que hoy parece interrumpida, se manifestará contra nosotros.

Pero ellos viven en error y como lo expresó en un discurso Juan Donoso Cortés, marqués de Valdegamas, su poder puede ser grande, inmenso, a la manera del abismo, el nuestro puede ser pequeño, humilde, a la manera del tabernáculo: “en el abismo está con en el error la muerte, en el tabernáculo con la verdad, la vida”. No olvidemos que vivimos en el siglo XXI, heredero del siglo XX, respecto del cual, escribe nuestro poeta amigo, Juan Luis de la Cruz Gallardo, calificándolo de siglo “ciego”:

Bajo un siglo ciego sin rumbo y sin freno
que astilló su firme rosa de los vientos,
en el que una estrella tranformada en Cruz
trazaba el rumbo del Norte y del Sur.

* Presidente del Instituto de Filosofía del Colegio de Escribanos y del Instituto de Filosofía Práctica.

Califique este artículo

Calificaciones: 4; promedio: 5.

Sea el primero en hacerlo.

1 opinión en “Victoria contra la tiranía transexual”

  1. De una buena vez hay que DESMONTAR la IMPOSTURA de los AUTOPERCIBIDOS, ya que, de no hacerlo, somos CÓMPLICES de una PUESTA EN ESCENA que COLISIONA con el LEGADO DE NUESTROS CROMOSOMAS.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *