«Anoche, saliendo con X de la clase teórica, cruzamos a dos muchachos que estaban sentandos en la vereda; uno de ellos recogió las piernas para cedernos el paso y, cuando estábamos algo alejados, escuché que nos pedían plata para comer. Acompañé a X al colectivo y, como tenía que volver a buscar la moto, al pasar los saludé y les dí lo que me quedaba en la billetera. Dos muchachos jóvenes y muy educados. Me contaron que eran uno de Corrientes y el otro de Misiones. Les pregunté qué andaban haciendo acá y me dijeron que “allá no hay nada; no hay trabajo, no hay para comer”. Que acá hacen lo que haga falta: barrer las veredas, limpiar. Y uno me dice: “Acá los tachos son un tesoro; hace un rato encontramos un sánguche así”. No hay horcas suficientes en este país.» –Relato de un transeúnte porteño, Buenos Aires, abril de 2025.
Triste realidad de Argentina, que no es de hoy. Desde que me mudé a La Plata en 1985 para estudiar que lamentablemente es una constante que he observado, el que ha viajado en el tren Roca entre La Plata y Constitución puede experimentar a diario la decadencia de este país. Hace rato que deberíamos dedicarnos a fabricar horcas y no solo ahora. Asi que si esto fue escrito con la intención apenas de evidenciar que no es verdad que el índice de pobreza bajó, como ha sido anunciado, es algo que no cumple ningún fin más que atacar al gobierno de turno. El que tiene los ojos bien abiertos sabe que la realidad muchas veces no la describen los índices. Ni ahora ni en anteriores gobiernos.
Este texto no fue escrito por el autor del blog, ni pensado para su publicación, por lo que no debería atribuírsele otra intención que la descriptiva. Es el relato de un episodio efectivamente ocurrido, y de las emociones que produjo.
Ilustrativo de lo que ocurre en algunas provincias del interior. Sobre esto los medios no se dan por aludidos, ya lo sabemos. Y el interior pasa a primer plano en el caso de alguna catástrofe. Pareciera que, por razones electorales, sólo importan las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y algo menos Mendoza. En el resto no habitan seres humanos.
Terrible REALIDAD que DESMONTA la IMPOSTURA del PAÍS QUE BAJÓ LA INFLACIÓN. Una cosa es el panorama de las altas ( y ABYECTAS) finanzas y otra cosa es la REALIDAD del CIUDADANO DE A PIE. Muy TRISTE todo y da mucha bronca que la PRENSA y la TELEVISIÓN BASTARDAS CONVALIDEN el guión de que “estamos MAL, pero vamos BIEN.”
Sin Justicia, ¿qué es el Estado sino una banda de ladrones?