Javier Milei demoró apenas dos años para armar un partido político y ser elegido primero diputado nacional y ahora presidente; demoró apenas dos semanas para armar un gobierno razonablemente competente con figuras de múltiples orígenes políticos; este domingo le bastaron poco más de treinta minutos para encuadrar su flamante gobierno en una línea temporal: un largo pasado de decadencia que arrojó a la miseria a un país con todas las condiciones para ser rico, exitoso y feliz... Continúa →
Cuestión de tiempo
Aún escuchando y explicando, Milei deberá imponer su programa cuanto antes porque sus enemigos corren contra el mismo reloj