Seychelles

El programa de Jorge Lanata este domingo resultó lamentable desde el punto de vista periodístico: gastó un montón de dinero en un viaje a las islas Seychelles, acompañado de una periodista de su equipo, y de una cuadrilla de televisión, y volvió con las manos vacías. No pudo averiguar nada sobre esta escala decisiva en la ruta de dinero K, mencionada por primera vez por el arrepentido-desarrepentido Federico Elaskar, no pudo determinar dónde se alojó la presidente Cristina Kirchner durante su escala en ese paraíso fiscal en enero pasado, ni siquiera pudo ofrecer el plan de vuelo del avión privado que la trasladó a ese lugar. El primer fracaso se explica por el celoso secreto con que el gobierno de Seychelles rodea a sus principales clientes, el segundo y el tercero no tienen explicación. Todo el programa parecía quedar reducido a un documental turístico sobre un bello lugar (un bromista sugirió a Canal 13 que la próxima vez envíe a Iván de Pineda), hasta que el secretario general de la presidencia Oscar Parrilli emitió su desopilante comunicado. A partir de entonces, las declaraciones de Elaskar, y las múltiples insinuaciones vertidas durante el programa comenzaron a ganar credibilidad. No obstante, en medio de su elemental retórica, el comunicado de Parrilli le hizo un favor a la producción de Periodismo para Todos: le informó de que Cristina voló en el avión rentado matrícula D-AXTM, de la empresa inglesa Chapman-Freeborn.

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