«El peronismo fue una creación vertiginosa. En solo tres años alcanzó el poder. Su tradición y sus raíces estaban en la historia del Ejército Argentino, de ahí el valor que el general Perón le asignó al general San Martín, al promover un gigantesco homenaje a los cien años de su muerte. Naturalmente que el hecho fue político, ¡vaya novedad! La razón consistía en hallar un vínculo con la mejor tradición argentina y militar. Para un militar, San Martín es la gloria. Ya el doctor Ricardo Levene, presidente de la Academia Nacional de la Historia, le había solicitado a Perón, en la década del 30, un artículo sobre San Martín y la campaña del Ejército de los Andes que el entonces mayor no pudo realizar. Perón le confesó a su biógrafo, Enrique Pavón Pereyra, que ambicionaba ser el Mitre del siglo XX, asunto entendible por los vínculos del joven Perón con el sector justista del ejército. El revisionismo histórico, creación historiográfica del nacionalismo, procuró rodearlo y acapararlo, pero nunca lo logró. El nombre que Perón les dio a las líneas de trenes nacionalizadas son toda una proclama histórico-político liberal.» –Claudio Chaves, historiador, en La Prensa, 28-5-2019