Los Alerces en peligro

Intrusos tolerados desde el Estado causan destrozos en el Parque Nacional y crean las condiciones para un incendio forestal irreversible

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ace aproximadamente un mes, los guardias del Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut, advirtieron que una humareda extraña se elevaba desde uno de los sectores de la extensa reserva. Cuando llegaron al foco vieron confirmados sus temores iniciales: unos presuntos mapuches que hace un año se hicieron fuertes en el lugar sin reacción de las autoridades habían prendido fuego a un crítico puente de madera luego de fracasar en un intento anterior de destrozarlo con motosierras. Los guardaparques detuvieron su vehículo a cierta distancia, y una mujer del servicio se dirigió hacia el grupo de vándalos para tratar de disuadirlos. Instintivamente lo hizo con los brazos en alto, pero fue recibida con una lluvia de piedras que la obligó a volver sobre sus pasos.

El episodio ocurrido en el puente sobre el arroyo Cascada ahondó la frustración de los guardaparques, que vienen reclamando en vano el respaldo de sus propios jefes, de las fuerzas de seguridad, del poder político y de la justicia, y la imagen impotente de la mujer con los brazos alzados encendió las alarmas entre los vecinos de la zona. Ellos temen una repetición de los hechos de Lago Mascardi, donde se produjeron usurpaciones de tierras y viviendas y agresiones físicas, respecto de las cuales el Estado nacional desistió recientemente de ser querellante. Esos vecinos, apoyados justamente por la gente de Mascardi, protagonizaron este fin de semana una numerosa caravana hasta las puertas del parque, destinada a poner en evidencia el conflicto y reclamar una intervención eficaz de las autoridades.

Los incidentes se iniciaron en la segunda mitad de 2020, cuando un grupo de personas autodenominado “mapuches del Paillako Lof” se introdujo en la reserva natural, tomó tierras, se apoderó de una casa destinada a vivienda de guardaparques que ahora le sirve de base, destruyó un Cristo tallado en madera, quemó tranqueras, bloqueó caminos de acceso y derribó alambrados invocando “derechos ancestrales” sobre el lugar. “Desde el territorio recuperado a Parques Nacionales, comunicamos a la sociedad en general que hemos ocupado de forma permanente la seccional ‘El Maitenal’. Ante las intenciones de Parques Nacionales de querer ubicar un nuevo guardaparques en este lugar, manifestamos que esta vivienda se encuentra dentro del territorio de Paillako”, proclamaron entonces los intrusos.

Pero los conocedores de la zona describen las cosas de otro modo. “Nada tienen que ver con los verdaderos mapuches que habitan en zonas como Lago Rosario, Cushamen o Nahuelpan”, le dijo Leandro Lema, un guardaparques jubilado, al corresponsal de Clarín. “Lo único que persiguen es quedarse con un lugar que no les pertenece. Y nadie hace nada para evitarlo”, agregó Lema, que, con otros jubilados como él, firmó una nota dirigida al administrador de Parques Nacionales reclamando su intervención urgente. Todas las voces señalan a un ex guardaparques, llamado Cruz Cárdenas, como cabecilla del grupo de delincuentes. “Se puso un poncho y una vincha y se convirtió en mapuche de la noche a la mañana”, dicen.

Cárdenas fue denunciado por la intrusión y citado a declarar por el juez federal de Esquel, Guido Otranto, pero esa declaración hasta el momento no produjo consecuencias. Quien sí las sufrió, en cambio, fue el director del parque Gustavo Machado, a quien la Administración de Parques Nacionales, a cargo de Daniel Somma, invitó a renunciar porque se negaba a negociar con los intrusos y reclamaba su expulsión, según relató el corresponsal de Clarín. El guardaparques Carlos Optiz dijo que los delincuentes sólo tienen diálogo con las autoridades nacionales. “Nos preocupa la falta de resultados de una mesa de diálogo que supone estar buscando soluciones, siendo que los plazos establecidos fijan un máximo de 30 días para la solución de estos conflictos”, manifestaron al respecto en una declaración los vecinos autoconvocados.

Como las organizaciones guerrilleras del siglo pasado, los intrusos no tienen problemas en reivindicar sus atentados, y luego del incendio del puente emitieron un documento en el que se ufanan: “Desde territorio autónomo mapuche recuperado a parques nacionales declaramos: En estos dos últimos días se avanzó en el control territorial del lof, destruyendo un puente construido por el winka sobre un fta trayenko, por el que se accedía a un espacio espiritual muy importante para nuestra cosmovisión, mismo lugar en el que hasta hace un tiempo había de forma irrespetuosa un cristo de madera. Hubo momentos de tensión y se recurrió a la autodefensa cuando algunos guardaparques llegaron de forma prepotente, a los gritos y filmando.”

Pero los vecinos adviertieron sobre la intencionalidad para nada religiosa de los atentados contra el puente y el bloqueo de los caminos internos que conducen a una pista de aterrizaje, porque los consideran orientados a obstaculizar la lucha contra eventuales incendios forestales en la reserva. “Somos la sociedad”, dijeron en su declaración de este fin de semana. “Somos los principales interesados en la conservación del Parque Nacional. Y nos referimos al Parque en su totalidad: sus ecosistemas, sus bienes, sus sitios históricos, sus trabajadores y también su capacidad de protegerse de eventuales incendios. Rechazamos las soluciones violentas, pero reclamamos con firmeza mayor celeridad en el esclarecimiento de los actos de vandalismo.  No deben persistir las acciones que vulneran la integridad del Parque, porque los tiempos de recuperación de un ecosistema boscoso como los presentes en nuestra región superan por lejos los tiempos del ser humano.”

A las puertas del parque, una portavoz de los pobladores de Lago Mascardi que acudieron en apoyo de los vecinos de Los Alerces exhortó a los autoconvocados: “Ante un Estado anómico, ante la desprotección, ante la falta de justicia, no nos queda otra cosa que salir a la calle. ¡Argentinos, despertemos! Al no tener un Estado que nos proteja, ¡salgamos a luchar por nuestros derechos! No nos quedemos haciendo catarsis en las redes. Salgamos a manifestar nuestro pedido de libertad, nuestro pedido de justicia. Si los tres poderes estuvieran funcionando como corresponde, no tendríamos que estar nosotros acá.” –S.G.

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3 opiniones en “Los Alerces en peligro”

  1. Comparto el concepto de comparar a estos delincuentes con los que asolaron el país en los ’70s. Aquellos invocaban una ideología siempre fracasada y estos un falso origen ancestral. Pero los métodos son los mismos: violencia disfrazada de reivindicación. Lamentablemente este horrible gobierno se nutre de esos delincuentes, ya ancianos, y también de sus descendientes. No se puede esperar que semejante conjunto de nefastos personajes intente poner un orden al cual siempre odiaron. No existe en este momento una mínima concepcion de orden como existió en el período 1976-1983.

  2. Lo acontecido en la caravana pacífica de vecinos autoconvocados “todos por nuestro parque” en el día de ayer, marcó un punto de inflexión. Trazó la línea por la que deberíamos seguir caminando como sociedad, una línea en la que converge el cumplimiento de las leyes, la conservación de los bienes del Estado, la preservación del medio ambiente, y el respeto a las Fuerzas de seguridad. 432 vehículos fue el conteo exacto, no hubo ni el más mínimo incidente, ni palabras violentas, ni actitudes prepotentes. Nada. Fue respeto, y decir “presente” como sociedad que necesita que el estado, en sus 3 poderes, cumpla con su rol.

    1. El Estado NO VA a cumplir su rol. Las marchas pacíficas no sirven para nada. El día que corten Internet tal vez recuperemos la cordura…y la eficiencia para cumplir objetivos .

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