“Macri viene sosteniendo que el problema es que siempre gobiernan los mismos, refiriéndose a los peronistas, aunque tácitamente estaría incluido el radicalismo en la misma crítica. El kirchnerismo tiene una tesis parecida sobre la decadencia argentina y la atribuye a que siempre son los mismos los que tienen el poder. Desde esa perspectiva, que Macri fuera presidente podría significar solamente que no gobernara un representante de peronismo pero que el poder siguieran teniéndolo los mismos. (…) Claramente algo no cambia en la Argentina, sin importar quién gobierne. Probablemente no se trate de un partido, de una corporación –como los sindicatos– siempre controlada por el peronismo o de un grupo de poderes fácticos. Lo que no cambia es la cultura que da lugar al tipo de partidos, de corporaciones y de poderes fácticos que construimos.” –Jorge Fontevecchia, periodista, en Perfil, 7 de septiembre de 2014