“En poco tiempo pasaremos de la crisis ficticia a la real, que será distinta de las anteriores. No hay golpe militar posible, y a diferencia de 1989 y 2001, el Gobierno hoy es ejercido por un grupo peronista. El país parece más sólido que entonces y con futuro. El problema es el presente: no sabemos cómo será la coyuntura, cuánto daño causará y cuál será su costo social y político hasta diciembre de 2015. Sobre esto, hay menos reflexión que opiniones catastróficas, fatalistas y apocalípticas. La crisis -dicen- es tan inevitable como la ola en el mar y sólo es posible mantener la cabeza a flote. (…) Todos parecen creer que la crisis será a la larga beneficiosa. En el pasado, mucha gente ha pensado así en los prolegómenos de una guerra. Creo que es una idea poco meditada y bastante irresponsable. Me parecen necesarias y urgentes una voluntad política fuerte y una acción referida al hoy, al ahora. Hay que buscar la alternativa menos mala. Hay que hacer lo necesario para que este gobierno termine su mandato y entregue al próximo gobierno un país en el mejor estado posible. Para muchos, esto parece una contradicción en los términos, un oxímoron. Pero, como dijo Sarmiento, las contradicciones se vencen a fuerza de contradecirlas.” –-Luis Alberto Romero, en La Nación, 4 de febrero de 2014
Crisis e irresponsabilidad
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