Conversión moral

“Como hemos podido comprobar, se ha verificado una penosa trasgresión a la ordenada y civil convivencia. Se han atropellado personas, bienes, proyectos y esperanzas. Se han roto los vínculos entre los semejantes-vecinos. Algunos testimonios son desgarradores: se ha roto la amistad social. Por eso es urgente una conversión moral que nos haga reconocer y desaprobar el mal realizado, el mal de no haber prevenido ni previsto estos desórdenes, el mal de haber dejado sin seguridad a la población indefensa, el mal de haber atropellado y saqueado a nuestros semejantes. Es necesaria una conversión moral que nos mueva a cambiar de actitud, restituyendo lo robado, así como el cuidado y la seguridad negada. Hay que reparar, a través de la reconstrucción laboriosa y esforzada, la confianza mutua. Es necesaria una reconversión cultural que no nos mueva a resolver nuestras dificultades a través de la violencia, sino a superarlas a través del diálogo.” –Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba.

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