Vacunados

Una legislación vigilante, compulsiva y punitoria priva al ciudadano de derechos elementales y resigna la soberanía sanitaria

Hay una libertad última y extrema en el ser humano que es la de decidir sobre su cuerpo y disponer sobre su vida: nadie puede obligarlo a atentar contra sí mismo ni tampoco a prolongar artificialmente su existencia si así no lo desea, en tanto y en cuanto esté en condiciones de decidir. Este derecho básico y fundamental ingresa en zona de riesgo, entre otras situaciones, cuando la persona enfrenta la disyuntiva de someterse a prácticas médicas cuyos beneficios guardan un incierto... Continúa →

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