Como en los cines de mi barrio hace muchos, muchos años, el martes fue día de damas en la Casa Rosada. La presidente recibió a Ingrid Betancourt, y la agasajó con un chispeante rondó siciliano: mientras por una puerta entraba Luisa Ciccone, más conocida como Madonna, por la otra salía disparada Romina Picolotti, la secretaria de medio ambiente.
Según voceros, Kirchner (Cristina) estaba harta de la “candidez” de su colaboradora: “like a virgin”, como quién dice. Cuando abandonaba la sede del gobierno, un funcionario ignorante de lo que estaba pasando le preguntó a la desmelenada Picolotti cómo andaba. “Como el orto. Me acaban de echar”, repuso candidamente la muchacha, según consignaron varios diarios.
No son pocas las coincidencias entre Ciccone y Picolotti: a las dos les gustan los viajes en jets privados, las buenas comidas, los vinos escogidos; las dos cuidan su guardarropas, y las dos tienen problemas con el pelo. Romina tiene peninsularmente presente que lo primero es la familia y los amigos, y encontró un lugarcito para todos en su secretaría tan pronto asumió. Continuar leyendo “Damas del ambiente”