Del castigo a la indiferencia

El asiento de la I Brigada Aérea convertido en centro operativo de unas aerolíneas baratas dice todo sobre el estado de nuestra nación

Lo primero que viene a la mente al encontrar esta foto 1 es que forma parte de una secuencia: la acción de desprender o descolgar en un edificio castrense la asocia a aquélla en la que el ex presidente Néstor Kirchner observaba cómo un oficial militar retiraba el cuadro del ex comandante en jefe del Ejército Jorge Videla. Las circunstancias son distintas pero el mensaje es el mismo, aunque más grave. A Kirchner lo animaba un propósito más bien publicitario que en su intención vindicativa le reconocía entidad a la fuerza armada. Al gobierno de Mauricio Macri, en cambio, la fuerza armada le importa un bledo, es una molestia, un gasto, un incordio que debe ser apartado para hacer lugar a los “emprendimientos productivos” de los amigos. No hay ninguna autoridad presente mientras los obreros retiran las insignias que identificaban la Base de El Palomar, asiento de la I Brigada de la Fuerza Aérea Argentina: se trata de un simple trámite burocrático, desapasionado e indiferente, que pasa por alto los reclamos de su comandante en jefe sobre lo que el despojo implica para la capacidad operativa de la fuerza, se lleva por delante más de un siglo de historia, y abre el camino para convertir sus instalaciones en centro de operaciones de unas aerolíneas baratas que supuestamente van a resolver no se sabe bien qué cosa. El gesto de Macri es peor que el de Kirchner: el ex presidente pretendía castigar a un ejército acusado de mala praxis en la represión del terrorismo; Macri simplemente aparta de un codazo, sin la menor consideración ni reconocimiento, al arma que tuvo un bautismo glorioso en la guerra de Malvinas, y en la que todos los países que aspiran a ser respetados en el mundo centran su estrategia defensiva. Pero, como ya escribí en este sitio, fuerzas armadas y conciencia nacional son dos caras de la misma moneda, ir contra una es ir contra la otra, y no hay nación en el mundo con la dimensión de la nuestra capaz de sobrevivir sin esos escudos, militar y cultural. Esta foto provoca tristeza y congoja porque se suma a las señales que anuncian la desaparición de la Argentina que aprendimos a amar en la escuela y a defender cuando fuimos llamados a filas; provoca rabia y desesperanza, porque revela la ceguera, la pusilanimidad, la insustancialidad de los que gobiernan el país con la etiqueta que fuera; provoca angustia e incertidumbre porque, aunque no alcanzamos a vislumbrar qué otra cosa viene después, sentimos en las entrañas su amenaza y nuestra indefensión. –S.G.

Notas relacionadasUna nación quebrada
  1. La imagen fue difundida por un usuario de Twitter, y la interpretación de lo que ocurre en ella corre por cuenta del autor de esta nota. []

Califique este artículo

Calificaciones: 3; promedio: 5.

Sea el primero en hacerlo.

1 opinión en “Del castigo a la indiferencia”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *