Philip Marlowe: el adiós de un duro

Raymond Chandler concibió al héroe de sus novelas, el detective Philip Marlowe, antes que otra cosa como una actitud ante la vida, actitud que era puesta a prueba cada vez que debía enfrentarse con esas extremas situaciones donde las tensiones que dibujan la trama oculta de una sociedad afloran abruptamente en el crimen. Por eso el detective no se convierte -como ocurre con la mayoría de sus congéneres- en un caracter cristalizado, en un mero repertorio de “tics” sancionado... Continúa →

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