Hace cuarenta años unas balas asesinas pusieron fin a la vida de Carlos Mugica, un sacerdote que había hecho suya la opción por los pobres proclamada por la Iglesia a la que pertenecía y que representaba. Pasó todo ese tiempo y todavía no sabemos quién disparó esas balas, o pretendemos no saberlo. La manipulación de la historia es nuestra especialidad, porque la historia manipulada justifica y presta pergaminos de antigüedad a las parcialidades del presente. En el caso de Mugica,... Continúa →