El que las hace, las paga

“El que las hace, las paga” es una consigna favorita del oficialismo mileísta. Este domingo, en una elección impecablemente prolija, con un nivel de concurrencia al comicio superior al esperado, los bonaerenses —un 40% del padrón nacional— le presentaron la factura, con cifras que superaron cualquier expectativa. ¿Qué es lo que hizo Javier Milei para que el monto a pagar sea tan oneroso como para poner en tela de juicio la sustentabilidad política de su gobierno? ¿Cómo se desagrega esa factura?

Podría hacer un análisis pormenorizado, pero no es éste el lugar ni el momento. En homenaje a la brevedad, digamos que Javier Milei estafó a su electorado con un programa que no cumplió, y que en lugar de ese programa el país padeció una secuencia de decisiones orientadas a favorecer a tales o cuales grupos de interés. Es posible identificar casi con nombre y apellido a cada uno de los beneficiados por sus medidas de gobierno. Por eso carece de un gabinete de ministros solvente y las carteras están ocupadas por aventureros u oportunistas.

Estafó a su electorado proporcionando cifras falsas y análisis engañosos para sustentar su pretensión de haber contenido la inflación y el déficit fiscal, mientras continúa emitiendo dinero descontroladamente y endeudando al país hasta lo imposible. Todo el recorte del gasto público lo consiguió reduciendo o eliminando servicios esenciales para la población, y rebajando jubilaciones y pensiones. Los viejos despilfarros fueron reemplazados por otros nuevos, a veces con nuevos beneficiarios.

Estafó a su electorado destruyendo la producción y el empleo nacionales, pisando los sueldos de quienes conservan un trabajo registrado, y condenando a la mayoría de la población a la estrechez y el padecimiento. La mayor parte de los afectados por estas políticas residen en la provincia de Buenos Aires.

Y por encima de todo, Milei faltó el respeto a su electorado, insultó y reprimió a quienes se animaron a protestar contra los efectos de esas políticas. Un integrante de su elenco de intelectuales describió a los bonaerenses que se habían manifestado contra el presidente en su cierre de campaña como “veinticinco monos sin dientes”. El domingo esos bonaerenses demostraron ser más de veinticinco, y tener dientes.

El mensaje con el que Milei reconoció su derrota electoral no fue otra cosa que una reiteración de esa misma estafa: comenzó diciendo que había escuchado el mensaje de las urnas, y que iba a introducir en su gestión las correcciones necesarias, y de inmediato insistió en que no se iba a apartar un ápice del camino seguido hasta ahora. Tuvo hasta el fallido de mencionar al ministro de salud, involucrado en dos grandes escándalos de corrupción que azotan a su gobierno, y abrazarse con su hermana, señalada como beneficiaria de esos mismos escándalos.

Milei no pareció haber medido la dimensión de la derrota sufrida —sin precedentes en una elección legislativa— ni la manera como esa derrota puede ser leída por los mercados locales y del exterior. Para los mercados la frase “el que las hace las paga” no tiene como sujeto un gobierno, sino un país completo. Es decir nosotros. Una vez más la factura la vamos a tener que pagar nosotros. En realidad, ya la estamos pagando. –S.G.

Califique este artículo

Calificaciones: 4; promedio: 5.

Sea el primero en hacerlo.

2 opiniones en “El que las hace, las paga”

  1. Todo lo que puedo decir desde la distancia (Sydney – Argentina) es que es muy lamnetable. Como dice Abel Posadas, lo que existia antes, lo de ahora es con otro nombre pero el resultado final es lo mismo de siempre. La pelicula es en 4K con DTS Surround y siete parlantes pero nada mas. Gira la calesita de la esquinita……………………..shame, a real total shame.

  2. Era previsible. Ahora y con octubre a la vista, habrá castigos para
    todos por no haber votado lo que exigían los organismos internacionales. Antes existían las FFAA y los golpes de estado. Como ya no están más, son esos organismos los que comenzarán con las amenazas correspondientes. No tienen guita para comprar a nadie. Más bien, la tienen para seguir interesados en hundir a los monos sin dientes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *