¿Juicio político o golpe?

Por Pat Buchanan *

“Traición, cohecho u otros delitos y faltas graves.” Estos son los crímenes que menciona la Constitución para que un presidente pueda ser sometido a juicio político y removido de su cargo. ¿Cuál de ellos cometió Trump?

Según sus acusadores en esta ciudad, su delito puede describirse así: El presidente puso en peligro nuestra “seguridad nacional” al demorar, por motivos particulares, una transferencia a Ucrania de ayuda letal y misiles Javelin, las mismas armas que el presidente Barack Obama se negó a enviar a ese país, temiendo que ampliaran y prolongaran la guerra en la Dombás.1

Ahora bien, si Trump puso en peligro la seguridad nacional al demorar la transferencia de las armas, ¿no fue entonces Obama culpable de un delito mayor contra nuestra seguridad nacional al negarle de plano las armas a Ucrania?

La esencia del delito de Trump, se dice, consiste en que le puso condiciones. Le hizo saber al presidente entrante Volodimir Zelenski que si no anunciaba en conferencia de prensa una investigación sobre Joe Biden 2 y su hijo Hunter, jamás obtendría las armas que le habíamos prometido ni la recepción en el Salón Oval que había solicitado.

Otra vez, ¿dónde está la sustancia del delito?

¿Brindó Zelenski la conferencia de prensa pedida por Trump? No.

¿Anunció Zelenski que Ucrania estaba investigando a los Biden? No.

¿Fue recibido Zelenski en el Salón Oval? Sí.

¿Obtuvo Zelenski las armas estadounidenses? Sí, 400 millones de dólares en armas y misiles Javelin.

¿Dónde está el delito? ¿Cuándo se consumó?

¿O se trató de un delito imaginario, un engaño para lograr que Zelenski averiguara cómo fue que Hunter Biden consiguió un puesto de 50.000 dólares mensuales en la junta directiva de la empresa más corrupta de Ucrania, días después de que Joe Biden estuviera en Kiev amenazando con bloquear la garantía de un préstamo de 1.000 millones de dólares al régimen?

Y ya que estamos, ¿qué hacía Biden aprobando una garantía crediticia por 1.000 millones de dólares para el régimen de Petro Poroshenko, tan corrupto que se negó ferozmente a echar a un fiscal cuyo alejamiento le reclamaba toda Europa?

Si Biden fuera postulado y electo, habría que designar un fiscal especial para que investigue ese trato sospechoso, y también los 1.000 millones de dólares que Hunter obtuvo de los chinos para su fondo de inversión luego de que su padre visitara el Reino Medio.

Dada la votación de la semana pasada en la cámara baja, donde todos los demócratas menos dos votaron seguir adelante con la investigación, el juicio político al presidente Donald Trump parece cosa resuelta. Cuando Nancy Pelosi, la presidente del cuerpo, colocó a Adam Schiff3 a la cabeza de la investigación nos dijo todo lo que necesitábamos saber sobre la sinceridad de su promesa de conferir a la pesquisa un carácter bipartidario.

Supongamos que Zelenski hubiese aceptado investigar cómo fue que Hunter Biden, una persona sin experiencia en el campo de la industria de la energía, obtuvo su delicioso nombramiento. ¿Eso habría sido causa de juicio político para Trump? ¿De qué manera? ¿Acaso los Estados Unidos no tienen derecho a poner condiciones para su ayuda exterior y buscar garantías de que nuestro dinero no será usado para coimear a los coimeros?

Algunos de los que escucharon la llamada telefónica de Trump a Zelenski afirmaron posteriormente que congelar la transferencia de armas a Kiev ponía en peligro nuestra seguridad nacional. Pero si el este de Ucrania se separa de Kiev, como Kiev se separó de la Federación Rusa al fin de la Guerra Fría, ¿de qué manera pone en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos? ¿No fue el propio George H. W. Bush el que advirtió, hace tres décadas, que una declaración de independencia de Ucrania respecto de la Federación Rusa constituiría un acto de “nacionalismo suicida”?

¿Y a quién encomienda la Constitución tomar la decisión acerca de la ayuda militar a Ucrania? ¿Al presidente o a algún burócrata del Consejo de Seguridad Nacional al frente del departamento de Ucrania?

Desde el derrocamiento con ayuda estadounidense del régimen prorruso existente en Kiev en 2014, y la inmediata respuesta de Vladimir Putin capturando Crimea y apoyando a los secesionistas prorrusos de Donetsk y Luhansk se ha venido debatiendo en los Estados Unidos cómo manejar este problema tan remoto. Obama resolvió no enviar ayuda letal ni misiles antitanque Javelin, temiendo que las armas estadounidenses escalaran una guerra entre Rusia y Ucrania que Kiev no podría ganar.

Los republicanos discutieron el asunto en su convención de Cleveland. El equipo de Trump ganó esa discusión, pero las armas letales y los misiles Javelin encontraron finalmente su camino a Kiev. Ahora Trump ha enviado todavía más armas. Pero, vale la pena insistir, la autoridad que toma esas decisiones tiene su despacho en el Salón Oval, no en el Consejo de Seguridad Nacional, ni en la CIA, ni en el “poder oculto”, cada uno con su opinión sobre lo que debería ser la política internacional de los Estados Unidos. La autoridad reside en el presidente de los Estados Unidos.

Es muy probable que la batalla por el juicio político llegue al Senado. Y al final todo va a girar en torno de lo que viene girando desde el principio: el intento del poder oculto y sus aliados en la prensa, la burocracia y la política por revertir el veredicto democrático de 2016 y derrocar al presidente electo de los Estados Unidos. La intentona golpista del establishment se encamina hacia su desenlace.

* Ex asesor de los presidentes Richard Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan, aspirante a la presidencia de los Estados Unidos en 1992 y 1996. Su último libro es Nixon’s White House wars: The battles that made and broke a president and divided America forever.

© Patrick J. Buchanan.
Versión castellana y notas © Gaucho Malo.

  1. Región oriental de Ucrania, aproximadamente coincidente con la cuenca del río Donets. []
  2. Ex vicepresidente de Barack Obama, y actual aspirante a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Demócrata. []
  3. Legislador demócrata por California; preside la comisión de inteligencia de la cámara baja. []

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