Si se diseñara un buen método para evaluar la calidad del dictado de clases y demás labores de los docentes, y esto se implementase correctamente, la educación y el nivel de los docentes sería muy diferente. En vez de preocuparse si se sacó 10 o 9 en los cursos deberían preocuparse por si los docentes tienen una pedagogía eficiente o si son una piedra que dicta textos. Lamentablemente vale más un papel que los resultados que obtiene el docente en el aula. Y así tenemos ineptos de la vida dando clases y docentes de verdad manejando taxis o atendiendo cajas en el supermercado…
Sobre los gremios: ¿qué se puede esperar, si se venden al mejor postor? Por algo Favaloro dijo lo que dijo…
Estoy totalmente de acuerdo con su comentario. Una evaluación periódica de desempeño apartaría de las aulas a esas personas absolutamente incompetentes para la docencia con las que todos nos hemos cruzado alguna vez en nuestra vida de estudiantes. Claro, esto atentaría contra la estabilidad en el empleo y provocaría las iras de los gremialistas. A esos gremialistas habría que preguntarles si estarían dispuestos a volar en aviones u operarse en hospitales cuyos pilotos o cirujanos tuvieran el empleo protegido por un estatuto… Gracias por visitar este sitio.
Gracias a usted por su labor periodística. Hacen falta más comunicadores de verdad en éste país.
Si se diseñara un buen método para evaluar la calidad del dictado de clases y demás labores de los docentes, y esto se implementase correctamente, la educación y el nivel de los docentes sería muy diferente. En vez de preocuparse si se sacó 10 o 9 en los cursos deberían preocuparse por si los docentes tienen una pedagogía eficiente o si son una piedra que dicta textos. Lamentablemente vale más un papel que los resultados que obtiene el docente en el aula. Y así tenemos ineptos de la vida dando clases y docentes de verdad manejando taxis o atendiendo cajas en el supermercado…
Sobre los gremios: ¿qué se puede esperar, si se venden al mejor postor? Por algo Favaloro dijo lo que dijo…
Estoy totalmente de acuerdo con su comentario. Una evaluación periódica de desempeño apartaría de las aulas a esas personas absolutamente incompetentes para la docencia con las que todos nos hemos cruzado alguna vez en nuestra vida de estudiantes. Claro, esto atentaría contra la estabilidad en el empleo y provocaría las iras de los gremialistas. A esos gremialistas habría que preguntarles si estarían dispuestos a volar en aviones u operarse en hospitales cuyos pilotos o cirujanos tuvieran el empleo protegido por un estatuto… Gracias por visitar este sitio.
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