3 opiniones en “Debate sobre el nacionalismo”

  1. El artículo de Romero está bien macerado: hace años que analiza el nacionalismo argentino. Ya su padre lo hacía.
    Pero el kirchnerismo es un fenómeno social que, si bien muestra muchas características del pasado (algunas realmente fantasmales, propias de un museo de antropología), también ostenta como característica central – disimulada por los disfraces del “relato” -, una que aún no se había manifestado con tanta intensidad en nuestra historia: que son parásitos y tienen la mentalidad de la garrapata. Son oportunistas que nunca han producido nada (ni cosas, ni conductas, ni inventos, ni ideas), verdaderos chupasangre que se han “colado” hacia arriba aprovechando la crisis del 2001, para subirse a caballo de un país que ya se había puesto de pié y que experimentaba una diástole (crecimiento, dilatación…); y que ahora, por obra exclusivamente de la gestión parasitaria K, está experimentando una sístole, una evidente y progresiva contracción…
    Esa es, posiblemente, la explicación de fondo para entender porqué durante esta década han crecido particularmente los parásitos: los empleados públicos supernumerarios; los subsidiados de “abajo” que pagan con el voto y las marchas; los subsidiados de “arriba” que pagan con devoluciones y fondos para campañas; La Cámpora y otros grupos semejantes; los “vudús”; los “barrabrava”, que no son hinchas sino delincuentes; y, en lo más alto de la pirámide parasitaria, los narcotraficantes. Cada organismo busca reproducirse y perpetuarse, para ello, se asocia con sus semejantes.
    La cuestión del “nacionalismo” podría considerarse, en esta peculiar circunstancia, enquistados como están los oportunistas mayores de nuestra historia, un ingrediente casi irrelevante: porque nada, en la conducta total del kirchnerismo, puede tomarse en serio… No es más que una farsa para disimular su mentalidad de parásitos, de garrapatas; son, también, nuestros caranchos, emparentados a la distancia con los “fondos buitre”…

    1. El pretendido nacionalismo del los dos gobiernos Kirchner es una farsa, como usted dice. Son comparables a los militares del proceso en su pertinaz voluntad de daño a los intereses nacionales.

      1. Opino lo mismo y con los mismos (e inolvidables rótulos): en efecto, los K han intentado realizar “su” PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL.
        Pero los monstruosos militares y sus secuaces mostraban, por momentos, cierta ambigüedad o despropósito. En cambio los menemistas y los neo-menemistas disfrazados con el signo opuesto, la “estatización”, una vez desenmascarados, no muestran ambigüedades ni contradicciones: son unidireccionales y unidimensionales: hacia una cleptocracia nacional. Pero una cleptocracia en escala nacional es autocontradictoria y acaba destruyéndose a sí misma… Vendrán tiempos difíciles.

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